Las peticiones de asilo humanitario en México han crecido de manera exponencial y en los próximos meses alcanzarán la cifra de 80 mil personas solicitantes, afirmó el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas Rodríguez.
En las últimas cifras reportadas por la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), hasta mayo de 2019, las cifras de solicitantes de asilo fue de 24 mil 424 personas, de las cuales 13 mil 23 son de Honduras; 3 mil 685 de El Salvador; 3 mil 048 de Venezuela; mil 285 de Guatemala; 962 de Nicaragua; mil 666 de Cuba y 755 de otros países.
En la conmemoración del Día Mundial del Refugiado, Encinas Rodríguez expresó que en la actualidad ningún ser humano puede ser considerado ilegal por su condición de migrante o solicitante de refugio.
Hoy el fenómeno migratorio necesariamente está ligado no solamente a la protección de los derechos humanos de todos los migrantes, sino al desarrollo económico, a la integración regional y, algo que tenemos que asumir con claridad, a la integración de migrantes y refugiados a nuestra vida en México”, subrayó.
Anunció que el próximo 4 de julio se instalará una mesa interinstitucional para garantizar el desarrollo de una política y de mecanismos específicos que garanticen el acceso pleno de los derechos de migrantes y solicitantes de refugio para su integración al país.
El funcionario afirmó que la causa de los refugiados es un asunto de derechos humanos y refrendó el compromiso de garantizar el derecho al refugio como una de las prioridades de la política de protección y garantía de las personas que se encuentren en el país o que buscan la protección internacional.
“Los refugiados y sus historias obligan a una profunda revisión de nosotros mismos como sociedad, para garantizar la protección y atención del estado a estas personas, y al mismo tiempo combatir la violación de los derechos humanos de nuestros connacionales en el exterior”, señaló.
Encinas dijo que México no puede repetir la política de los años 70, cuando por un lado se les brindaba asilo a los perseguidos del fascismo sudamericano y al mismo tiempo se perseguía, torturaba y desaparecía a militantes y activistas políticos en el territorio mexicano.EM
ES DE INTERÉS |