En México cada vez son más las vacunas que no han sido aplicadas, que aquellas que llegan al brazo de alguna persona que lo necesite. Hasta ayer, 16 millones 983 mil dosis anticovid-19 permanecían sin usarse en el país, cifra que representa 19.04% de la población objetivo establecida por la Secretaría de Salud.
Hugo López-Gatell, subsecretario de salud, ha dicho en reiteradas ocasiones que las vacunas que llegan a México se aplican pocos días después, pero las cifras demuestran lo contrario, ya que en el país la cantidad de dosis acumuladas crece a mayor velocidad que las administradas, incluso el ritmo de inmunización se mantiene por debajo del registrado, previo a las elecciones del pasado 6 de junio.
En las últimas tres semanas, México ha recibido un promedio de cinco millones de vacunas anticovid cada siete días, pero sólo se ha administrado un máximo de tres millones de dosis en el mismo periodo, lo que representa un desajuste de 40% entre ambas cifras; en algunos lapsos este porcentaje supera 50 puntos de diferencia.
Mientras algunos gobiernos luchan por adquirir vacunas anti-Covid para frenar la expansión de la pandemia, en México se han acumulado más de 16 millones de dosis sin utilizar, una cifra que es cercana al total de todas las entregas que se han recibido en las últimas tres semanas.
Estos datos establecen que el tiempo que pasa entre el arribo de una vacuna y su aplicación es de aproximadamente 19 días, es decir dos semanas más que el periodo máximo establecido por Hugo López-Gatell, quien ha negado que estas dosis se acumulen “en algún congelador del Instituto de Cancerología o de Birmex”.
López-Gatell también ha dicho que las vacunas se acumulan por el tiempo que toma distribuirlas al resto de país, sin embargo él mismo confirmó que en menos de cuatro días estas dosis llegaban a su destino para ser aplicadas, algo que no se puede comprobar debido a la falta de información específica o datos abiertos de este proceso, lo que ha provocado críticas por parte de expertos y analistas de salud.
Además, el ritmo de vacunación a nivel nacional ha registrado una disminución desde el 2 de junio pasado, fecha en que se aplicaron un millón 64 mil dosis. Esta cifra no ha sido alcanzada a pesar de tener más fórmulas disponibles en nuestro país.
Epidemiólogos y expertos en salud pública como Eric Topol, han hecho énfasis en la importancia de apresurar la vacunación como el único camino para ganar la carrera contra la expansión de nuevas variantes más transmisibles, y potencialmente más peligrosas para el ser humano; sin embargo, el ritmo de inmunización en México ha disminuido a pesar de recibir más dosis cada semana.
Andreu Comas, epidemiólogo e investigador de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, explicó en entrevista a ejecentral que la decisión de utilizar un modelo como el de “correcaminos”, en lugar del sistema nacional de vacunación, ha creado una estructura paralela que no cuenta con la curva de experiencia necesaria para acelerar esta tarea.
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