Aunque la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) mejoró la estimación económica para México en este 2022, advirtió que la desaceleración continúa para nuestro país, así como para el resto de la región.
La economía mexicana podría crecer 1.9% para este 2022, desde una estimación en abril que se había recortado a 1.7%, resultado de una gran influencia de la guerra entre Ucrania y Rusia que se sumó a los efectos negativos de la crisis sanitaria que destapó una mala estructura, principalmente en economías de bajos ingresos.
Y aunque existe este ajuste positivo, la economía de México crecerá menos de la mitad de lo que avanzó en 2021, que fue de 4.8%, por lo que no se recuperaría de la caída de 8.3% que se suscitó en 2020, año de la crisis sanitaria.
“Cuando uno empieza a analizar trimestre a trimestre, el primer semestre de este año ya muestra una muy fuerte desaceleración en la actividad económica”, explicó Daniel Titelman, director de Desarrollo Económico de la Cepal.
El ejecutivo dijo que aunque hay más actividad en la calle y mayor apertura, “ya se empieza a observar una desaceleración muy fuerte” “que se va a profundizar en el segundo semestre de este año y probablemente se va a mantener en el próximo”.
Cabe recordar que el Producto Interno Bruto (PIB) que espera la Cepal para la región de América Latina aumentó de 1.7%, a uno de 2.6%, básicamente por un crecimiento más sólido al estimado de Brasil y otras economías como la de México, así como de la resiliencia de las remesas.
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“Una noticia positiva para la región, particularmente para los países de Centroamérica, México, y algunos países de Sudamérica, es la resiliencia que han mostrado las remesas, a pesar de los torbellinos e incertidumbre en la economía global”, destacó, y reconoció que la inversión debería ser el catalizador del consumo, pero son las remesas las que tienen el mayor efecto en la dinámica, ya que ayudan a muchos países de la región en su crecimiento de la demanda agregada.
Uno de los problemas a los que se enfrenta la región es a una desaceleración en la inversión que se dio en el segundo semestre del año pasado y que se frenó totalmente en la primera parte del 2022, y está en cero crecimiento.
“Entonces, la inversión, que es una lamentable característica de la región, es la variable que más se desacelera”, agregó Titelman. La Cepal recalcó que muchos problemas de la región son derivados de la pandemia, como los choques en los suministros y factores de oferta que llevaron a altas tasas inflacionarias en la región.
“El precio de los alimentos y la energía es brutal. Fíjense que el aumento en las tasas de crecimiento de la energía es casi 15.2% en mayo de este año, los alimentos en torno al 12%, la inflación subyacente, quitando energía y alimentos, fue del 7.1 por ciento”, dijo el especialista, quien señaló que en general, los países tienden a importar alimentos e hidrocarburos, o uno de los dos, y eso explica en parte el aumento inflacionario y los problemas que hay en el escenario actual.
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