El presidente Andrés Manuel López Obrador viajó a Santa María Colotepec, Oaxaca, para continuar con la supervisión de la carretera Oaxaca-Puerto Escondido, misma que se ha visto interrumpida en diversas ocasiones por problemas entre comunidades agrarias.
Ubicado en el río de La Barra de Colotepec, el líder del ejecutivo aseguró que antes de que termine su sexenio dejará terminada la obra que, dice, permitirá hacer de Puerto Escondido a la capital de Oaxaca dos horas y media, en lugar de cinco o seis que “actualmente se tienen que utilizar”.
“De por sí Oaxaca capital es un santuario cultural, imaginen que pronto también podrán ir a las playas de Puerto Escondido en solo dos horas”, escribió en Twitter.
Viendo parte de los avances de un puente sobre el río, y en compañía del gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, el mandatario dijo estar feliz por haber conocido a Don Nacho Rubio, padre de quien está a cargo de la construcción. “Es un ejemplo de un buen constructor”.
También refirió que, durante el camino de supervisión, “estuvo pensando” sobre las diferencias que hay entre las comunidades de San Vicente Coatlán y Villa Sola de Vega, mismas que han tenido conflictos respecto a la propiedad territorial.
“Aquí hemos contado siempre con el apoyo del gobernador Alejandro Murat. (...) Estamos buscando conciliarlos y que se llegue a un acuerdo”, expresó.
Pese a que en noviembre de 2021 el líder del Ejecutivo dijo que la supercarretera, una obra que lleva más de 10 años desde que se inició, estaría terminada en agosto de este año, volvió a asegurar que la obra será inaugurada antes de que acabe su sexenio.
Habitantes y comuneros suspendieron la obra
A mediados de este mes, habitantes y comuneros de San Vicente Coatlán enviaron una carta al mandatario, indicándole que habían decidido suspender la obra que pasa por su territorio ante la “falta de voluntad para tener un acuerdo que ponga fin al conflicto” con las y los habitantes de Sola de Vega.
A través del escrito recordaron que el Gobierno federal se había comprometido a establecer mesas de diálogo para llegar a un acuerdo desde 2021, pero aseguraron que la población de Villa Sola de Vega no está dispuesta a cooperar, así como tampoco las autoridades oaxaqueñas.
Los conflictos agrarios presuntamente llevan más de 47 años, y en los últimos 17 habrían dejado 28 muertos y 24 lesionados por asesinatos y actos violentos a los que se han enfrentado ante el reclamo de tierras que Coatlán demanda como suyas.
Ante ello, aseguran que permitirán la reanudación de la obra “hasta que se retome la mesa de diálogo y se firme un acuerdo de paz”, puesto que no están en contra de la construcción, sino de la “violación a su propiedad ancestral”.
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