Personal de enfermería: resistencia en tres frentes

25 de Noviembre de 2024

Personal de enfermería: resistencia en tres frentes

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Considerados como la verdadera primera línea de combate ante
la pandemia de Covid-19, enfermeras y enfermeros en México trabajan
con mucho en su contra y poco a su favor

Fueron de las primeras en recibir agresiones en México por la Covid-19, y a 10 meses del inicio de la pandemia en el país, la situación no ha mejorado. Se trata de las enfermeras, un gremio que ha sido fuertemente castigado en tres frentes: por la pandemia, por la administración de los hospitales y gobiernos, y por la sociedad.

Entre todo el personal dedicado a la salud en el país, (enfermeras, médicos, laboratoristas y dentistas), las enfermeras acaparan el 40% de contagios y 18% de las defunciones por Covid, según datos de la Secretaría de Salud con corte al 4 de enero. En la capital del país, el número de enfermeras contagiadas asciende a los 9 mil 135.

Aunado a la exposición al virus que viven día a día, el personal se enfrenta a sueldos poco competitivos: de forma general, una enfermera auxiliar en una clínica privada puede percibir de 6 mil a 10 mil pesos por mes, y en ocasiones no tiene la posibilidad de contar con prestaciones laborales de ley. Trabajar para la Secretaría de Salud o el ISSSTE tampoco es garantía de un buen salario, ya que el promedio apenas supera los 8 mil mensuales.

›La mejor opción profesional para una enfermera es el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ya que una auxiliar —el primer rango jerárquico— recibe en promedio de 12 a 14 mil mensuales (variables, según la entidad donde se labore), que pueden aumentar según la antigüedad y puntualidad.

Sin embargo, para concursar por una vacante es necesario esperar a que se abra una convocatoria, cumplir con los requisitos, registrarse y esperar la admisión tras un largo y burocrático proceso que selecciona a unas pocas enfermeras entre miles de solicitantes.

La administración de los hospitales y centros médicos es otro de los retos: desde la inexistencia de sindicatos para las enfermeras en los centros de salud privados hasta la misma corrupción en los hospitales públicos que privilegian a los directivos incluso durante la emergencia por la Covid-19 son una constante.

Las denuncias de licencias para ausentarse son cosa de todos los días en el IMSS, mismas que son frecuente e injustificadamente solicitadas por los líderes de cada centro médico.

Finalmente, el gremio de enfermeras debe seguir lidiando con el rechazo de algunas personas que se ha seguido presentando desde marzo, rechazo que en ocasiones traspasa los muros del mismo hogar o trabajo.