1.
El presidente Andrés Manuel López Obrador podrá no estar en la boleta, pero sí en la campaña de contraste que se avecina. Tras el Quinto Informe, cuando en la tradición sexenal mexicana el poder presidencial suele estar en su cenit, lo reportado es un recurso político. Viene una elección muy competitiva, como si fuera un referéndum o más bien un juicio sobre su gobierno, debiendo apuntalarlo si de lograr la continuidad se trata. Para ello presume presuntos logros, como el impacto logrado con los programas sociales y las remesas para mitigar la pobreza, donde según datos del Coneval, al menos 5.1 millones de personas salieron de la misma y se redujo el porcentaje general de mexicanos en dicha situación. Le siguen los otros datos, donde la inseguridad va disminuyendo no obstante el diario conteo de balaceras, muertes y descubrimiento de fosas clandestinas por doquier. La violencia ha llegado a la ciudad de México, donde también cotidianamente se registran golpes con comandos, motosicarios, asaltos y extorsiones.
2.
Conforme a los datos del IMSS, el empleo ha recobrado niveles prepandemia, registrándose 21 millones 887 mil 307 puestos de trabajo, de los cuales 86.4 % son permanentes y 13.6 % eventuales, 600 mil de los cuales son nuevos este año. El salario promedio diario es de 534.1 pesos, poco más de 16 mil pesos mensuales. Cabe destacar que esta situación no refleja el estado real de la fuerza laboral, pues la PEA es de 60.2 millones de personas, resultando entonces que la economía informal sigue siendo por mucho el principal rubro de actividad productiva.
3.
Así las cifras sobre la macroeconomía, cuya estabilidad, heredada de los gobiernos anteriores constituye la base de cualquier prosperidad futura. La deuda está por debajo de 50 % del PIB, el peso sigue fortachón, apoyado en una tasa de referencia gigantesca de 11.25 % establecida por el Banxico para controlar la inflación, la cual ronda 4.5 % desde 8.5 % en que llegó a estar a principios de año, no obstante lo cual el impacto en la canasta básica es muy superior, agravado en muchas regiones (Guerrero y Michoacán incluidos) por el accionar del crimen organizado que controla o extorsiona la producción y el abasto de productos básicos, como son los casos notorios del pollo, el huevo, los refrescos y cervezas y hasta los limones.
4.
Se ha vuelto a crecer, jalados por la resiliencia de la economía estadounidense y el alejamiento de la recesión así como la disminución de la proveeduría de China, en abierta confrontación fría con los Estados Unidos. Según los datos de INEGI, si se crece entre 2.5 % y 3.5% este año y otro tanto en 2024, el promedio de crecimiento del sexenio sería casi de 1.4 %, con lo que ya no resultaría el peor en esta materia, coronando un cierre sexenal no conflictivo. Esta es una de las grandes aspiraciones presidenciales, entregar un país en crecimiento, estable y con buenas perspectivas, si bien con el paquete presupuestal para 2024 apoyado en el déficit y mayor deuda, han sonado las alarmas.
5.
La relación con los Estados Unidos se basa en el Acuerdo Comercial trilateral (USAMCA por sus siglas en inglés, TMEC en el argot mexicano), el cual también proviene de administraciones anteriores, habiéndose renegociado justo en el cambio de gobierno en 2018, con cinco años de vigencia, plazo que, con una “cláusula sunset” de conclusión, deberá revisarse en 2025. Lo que inquieta no es la migración o el nearshoring, resultado de la recomposición geopolítica global, sino políticas como las restricciones a la participación de los privados en petróleo y energía, los criterios ideológicos en agricultura sobre el maíz transgénico y la utilización de glifosato y otros agroquímicos para mejorar la productividad por hectárea o los límites al fracking o al litio y otras minerías. Estas y otras cuestiones estarán en el debate en los próximos días y meses, con la última palabra, con su voto, en el ánimo de los ciudadanos.
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