Tensiones en la relación bilateral

25 de Noviembre de 2024

Luis M Cruz
Luis M Cruz

Tensiones en la relación bilateral

1.

La marcha de migrantes hondureños por territorio nacional hacia la frontera estadounidense ha galvanizado de nueva cuenta la relación bilateral.

Apenas librado el trance de establecer un acuerdo de comercio entre los tres países de América del Norte, que fue un claro y sonado triunfo para el ogro antifilantrópico que es Donald Trump, las caravanas de migrantes irrumpen en el escenario en un contexto electoral allá y de transición del poder acá que no es precisamente el mejor momento para el entendimiento y la prevalencia de los derechos humanos.

2.

El gobierno de Trump ha sido claro al respecto, retomando la agenda viral de la seguridad nacional y la soberanía estadounidenses que le ha caracterizado, además de condicionar el futuro de toda relación comercial con la contención de los migrantes centroamericanos. No los quieren en sus fronteras, menos en su país. Trump lo ha dicho claramente: que den la vuelta y se regresen. Y en ello, responsabiliza a los gobiernos centroamericanos por dejarlos salir, como al mexicano por no hacer lo suficiente para detenerlos. Tal ha sido el sustrato del acuerdo comercial pactado con México y con la venia de la Presidencia electa: convertir a México en un estado amortiguador, es decir, llevar el muro de la frontera norte hacia el Istmo y el sur del país.

López Obrador ha tratado de manejar esta exigencia como si fuera una iniciativa propia, proponiendo un mini Plan Marshall para América Central, para ofrecer oportunidades y empleos que detengan a los migrantes, sea en sus países de origen con el desarrollo de Centroamérica, sea en el Istmo de Tehuantepec, donde ha trazado uno de los proyectos insignia mediante la creación de la zona franca del Istmo y el Tren Transístmico Salina Cruz-Coatzacoalcos, para competirle al canal de Panamá.

3.

Sea como sea, el tema está en la agenda electoral intermedia en los Estados Unidos. Trump vocifera en apoyo a los republicanos, que enfrentan una posible derrota en la Cámara Baja, que detendrá a los migrantes y obligará a México y los países de América Central a hacerlo o cerrará la frontera norte. Ha enviado militares y no habrá de ceder cuando los hondureños se agolpen en los cruces fronterizos en un periplo que podría llevarlos desde el Suchiate a los cruces de Sonora o de Baja California, dado que Texas y Arizona son entidades de gran dureza para cruzar, no tanto el santuario que se cree es California.

4.

Lo que veremos de aquí al 6 de noviembre, cuando tendrán lugar las elecciones intermedias legislativas norteamericanas, es un road show para mostrar el músculo, los dientes y las tropas, subrayando hasta dónde podría llegar la crisis de migrantes provenientes de Centroamérica y refugiados en México. Como lo mira Trump, con la marea centroamericana México correría el riesgo de convertirse en un paraíso de migrantes que sólo buscan cruzar la frontera, por lo que, ha dicho, no habrá acuerdo comercial que funcione si no se detiene ese flujo migratorio. Faltan treinta días para que concluya la administración del presidente Peña, pronto veremos qué puede hacer la Cuarta Transformación ante ese hombre hierático y endurecido que es Trump, quien muy pronto podría estar buscando la reelección y su permanencia en el poder.

5.

Es decir, Trump seguirá siendo Trump cualquiera que sea el resultado electoral intermedio. Con el crecimiento récord de 3.5% anual para la locomotora de la economía mundial que es Estados Unidos y con el hit de haber ganado la partida en la negociación del acuerdo comercial con México y Canadá, sólo le resta radicalizar su agenda antimigratoria y de seguridad interior y obtener algún golpe relativo en la confrontación con China para sostenerse en la Presidencia.