1.
En 2024, habrá elecciones en 30 países del mundo para renovar el poder ejecutivo, entre ellos, Rusia, México, Estados Unidos, Venezuela, Panamá, República Dominicana y Uruguay. Pareciera que el autoritarismo y la democracia medirán fuerzas una vez más, por lo que, por su relevancia, conviene analizar los primeros cuatro casos.
2.
En Rusia existe un dictatorial régimen autocrático que simula ser una democracia. Al menos formalmente hay elecciones periódicas, si bien todos los demás indicadores de una democracia funcional están sofocados. No hay libertad de participación, partidos competitivos, libertad de información o de reunión y al encontrarse en guerra, poco le falta para que impere la ley marcial. El actual mandatario, Vladimir Putin, es candidato prácticamente único pues su opositor natural, Alexander Navalny, está preso desde hace tiempo, lo que le imposibilita participar. No es difícil anticipar la suerte de la carrera para este candidato tirano que tiene el país sobre las armas en la agresión a Ucrania, donde la guerra de desgaste, casi en dos años, parece estarle funcionando para definitivamente apropiarse de Crimea y el Donbas.
3.
En México, las elecciones presidenciales tendrán lugar el 2 de junio, en un proceso tipo referéndum sobre la continuidad o no del gobierno reconcentrado del presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien si bien no le es posible reelegirse, maniobra con todo el poder público para imponer un resultado, no obstante haber luchado contra la subcultura del fraude electoral, perfilando ahora una elección de Estado. Frente a la candidatura oficial, otra mujer, Xóchitl Gálvez, encabeza a la oposición real como alternativa de cambio y renovación del ciclo político que en México es sexenal. Aun cuando la campaña presidencial no ha empezado formalmente, lo que sucederá el 1 de abril próximo, las encuestas preliminares inducen una brecha significativa favorable a la candidatura oficial entre 14 y 30 puntos, según la seriedad de la casa encuestadora, mostrando que la oposición deberá empezar de muy atrás. Otra vertiente electoral es la carrera por la mayoría legislativa, donde las posibilidades de los bloques contendientes, el oficial y el de oposición, son equiparables. Conforme arranquen formalmente las campañas en abril próximo, las mediciones demoscópicas podrán mostrar mayor competitividad electoral.
4.
Las elecciones en Venezuela serán el 13 de octubre del año entrante, donde estaremos viendo una reedición de manipulaciones electorales. El presidente Nicolás Maduro se presenta a la reelección con todo el aparato del Estado, montado sobre un conflicto patriótico con Guyana por el Esequibo, territorio oriental colindante rico en petróleo y minerales, que le permitirían manipular el nacionalismo para enfrentar y arrollar a la candidata opositora, la liberal María Corina Machado, quien podría no ser elegible si el régimen oficialista le aplica una inhabilitación administrativa que le han querido endilgar.
5.
Finalmente, en los Estados Unidos las elecciones serán el 2 de noviembre, estando por configurarse un escenario digno de Ripley. Cual si se tratara de una estelar de box, se están perfilando unas elecciones-revancha entre quienes pelearon la presidencia hace cuatro años, el actual presidente Joe Biden de 81 años y quien lo precedió, Donald Trump, de 77. Según el Wall Street Journal, el estado político del Presidente Biden está en su punto más débil con los votantes dándole las marcas más bajas en su desempeño y favoreciendo a Donald Trump 43 a 47%, sin que le afecten mucho los numerosos juicios abiertos por felonía, soborno, ultraje sexual, fraude fiscal, manipulación electoral, incitación a la violencia y lo que resulte. Pareciera que si alguna de las Cortes no le inhabilita, Trump habrá de repetir en la Presidencia no obstante ser considerado un peligro para la democracia y para el mundo; o quizás por eso.
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