Diálogos por la democracia

23 de Abril de 2025

Luis M Cruz
Luis M Cruz

Diálogos por la democracia

luis_m_cruz

1.

Prácticamente sin gloria concluyó en Washington la primera Cumbre de la Democracia, convocada en forma virtual por el presidente Joe Biden, buscando plantear las claves del desafío de nuestro tiempo, qué modelo, entre democracia y autocracia, puede resolver de mejor manera los problemas del desarrollo, la estabilidad, la igualdad y la justicia.

2.

El mundo no es infinito. Si algo han mostrado la globalización y la interdependencia, es que es un espacio y tiempo acotado, limitado, inequitativo y diverso. Los recursos se concentran en algunos polos de desarrollo y suelen excluir a los demás, generando épicas de migración, confrontación y fracturas que parecen no tener fin. Hoy no parece ser la excepción, en una especie de nueva “guerra fría” se confrontan dos sistemas e ideologías entreveradas, pues comparten esa visión de un mercado abierto y competitivo hasta cierto punto, pero con sistemas de distribución y reparto radicalmente diferentes. El capitalismo de Estado de China y Rusia, engendrado en una adaptación fulgurante del maoísmo y el comunismo, confrontan el capitalismo liberal de Occidente, cuyos mecanismos de distribución de los frutos del esfuerzo dejan mucho que desear, generando malestar y desigualdad en la base misma de la democracia representativa.

3.

Ciertamente, la democracia está en crisis. Así lo muestra la desafección medida a través de los diferentes barómetros de la democracia, en Europa, América Latina y América del Norte. Las sociedades abiertas son cada vez más exigentes y demandantes y cuestionan los tiempos largos para aplicar las soluciones, de cuya exasperación se nutren las propuestas autoritarias de caminos rápidos o atajos para evitar un horizonte de desigualdad y pobreza. De ahí que la Cumbre se planteara como una primera cita de varias para establecer, primero, un frente por la democracia y una promesa por la prosperidad, entendiendo que ésta no surge de manera espontánea. La mejor defensa de la democracia, como de cualquier otro régimen, son sus resultados. Si en la democracia no se cumple la promesa de prosperidad e igualdad, difícilmente pueden hacerse frente a otros desafíos comunes, como son la seguridad, el cambio climático, las migraciones, la desigualdad y la pobreza.

4.

Concretamente, se dijo, es imperativo combatir la corrupción y promover y defender los derechos humanos. La cuestión no es si algunos regímenes corruptos o violatorios de derechos humanos deban seguir en el poder, sino cómo es que tales regímenes logran hacerse del poder, muchas veces utilizando para ello los procedimientos democráticos competitivos y electivos. Lo que cuenta entonces son las instituciones, porque la democracia siempre estará puesta a prueba, tanto en sus resultados como en sus procedimientos. Como se ha dicho siempre –Adam Przeworski dixit—las elecciones constituyen un juicio para los gobernantes, cuando los electores deciden la continuidad o el cambio de políticas, representantes y dirigentes. Si prevalece la incertidumbre en los resultados, hay la certidumbre en las instituciones, mediante el juego de pesos y contrapesos propio de la división de poderes y la distribución del poder, para hacer valer la certidumbre del proceso democrático.

5.

Es así como la convocatoria al diálogo por la Democracia se extiende al próximo año, para una nueva cita presencial en el 2022, con elecciones intermedias de por medio en los Estados Unidos. Estará en juego la viabilidad de la administración Biden, quien arriesgará la ligera mayoría que hoy posee en el Senado y la Casa de Representantes ante un furibundo trumpismo republicano que no ha logrado ser contenido e irá por la revancha. Otra vez la democracia y sus instituciones estarán a prueba. Otra vez, como en tiempos de Tocqueville en La democracia en América, deberá hacerse valer “el sagrado derecho a votar libremente” para fortalecer a la democracia.

Síguenos en @EjeOpinion

PUBLICIDAD