Adiós, Merkel

24 de Noviembre de 2024

Luis M Cruz
Luis M Cruz

Adiós, Merkel

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1.

El 26 de septiembre tendrán lugar las elecciones generales en la República Federal de Alemania, con las que concluye el largo mandato de 16 años ostentado por la canciller Ángela Merkel en cuatro periodos consecutivos. Sin duda polémica, su mano férrea condujo la política europea en momentos cruciales, como fueron la gran crisis financiera del 2008, la contención del expansionismo ruso, el neoaislacionismo estadounidense en la administración Trump, el Brexit y la ruptura del consenso paneuropeo y finalmente, el impacto de la pandemia del Coronavirus Covid19. Todas éstas, crisis severas para poner a prueba las capacidades de liderazgo y conducción plural en uno de los países más poderosos del mundo, en el contexto de un Estado supranacional como es la Unión Europea.

2.

La doctora en Física por la Academia de Ciencias de Berlín, nacida en Hamburgo pero avecindada y criada en Dresden, antigua República Democrática Alemana, dejará al retirarse unos zapatos difíciles de llenar por quienquiera resulte su sucesor. Al momento, las encuestas castigan a su partido, el Demócrata Cristiano, con 20% de preferencias electorales ante 25% de la Socialdemocracia, con lo que parece que su candidato, Armin Laschet, presidente del estado de Renania del Norte-Westafalia, no habrá de heredar un mandato claro.

3.

Ello no habla de una buena o mala gestión de la canciller de hierro, quien cuenta hasta con 70% de la confianza nacional. Sobria, austera, cauta y firme, el liderazgo de Merkel fue conciliador, buscando sumar antes que confrontar, construyendo la Gran Coalición para gobernar Alemania en un contexto de unidad general ante los grandes problemas a enfrentar, cuando la Unión Europea debió adoptar decisiones difíciles, como enfrentar la crisis financiera con austeridad y control presupuestal antes que incrementar el gasto público; el rescate de Grecia, Portugal e Italia para evitar el resquebrajamiento de la unión monetaria al igual que asumir mayores responsabilidades cuando los Estados Unidos empezaron a escatimar su participación en la OTAN y la defensa de Europa al anexar Rusia la península de Crimea. O bien, al apoyar la apertura de fronteras cuando la crisis en Siria y la amenaza del Estado Islámico provocaron una oleada de migrantes al costo de la salida del Reino Unido conocida como Brexit, todo ello para sostener el eje paneuropeo construido con Francia después de las grandes guerras que sacudieron Europa y el mundo en la primera mitad del siglo XX.

4.

La Gran Coalición para gobernar en sus dos últimos mandatos muestra el enorme oficio de la política logrado por Merkel. Su partido y aliados obtenían alrededor del 40% de los sufragios, con lo que podría haber integrado un gobierno siendo la primera minoría. Empero, tras los comicios, negoció con sus adversarios socialdemócratas la formación de un gobierno de unidad, con propuestas medulares como la mejoría del salario mínimo, la extensión de la seguridad social, la reforma de las pensiones y las energías renovables y tecnologías verdes para el futuro de Alemania, logrando una coalición amplia con más del 70% de las bancas en el Budestag, el Parlamento alemán, lo que aseguraba un gobierno estable con un programa asequible y deseable para los alemanes.

5.

Es muy probable que a quien Merkel apoya, Armin Laschet, sea derrotado por Olaf Scholtz, dirigente socialdemócrata, con lo que la era Merkel estaría concluyendo. “No da lo mismo quien gobierne este país”, ha dicho la Canciller al finalmente inmiscuirse en la campaña, pero parecen ser los socialdemócratas quienes logren el mandato para formar gobierno. Quedará por ver si el legado de Merkel, que es la Gran Coalición, es posible ahora con la opción socialdemócrata, o si bien el vencedor opta por un gobierno de minoría en coalición con partidos menores con el sesgo de inestabilidad e incertidumbre que suele acompañar a los gobiernos divididos.