“Pensamos que nos iban a matar”

27 de Enero de 2025

“Pensamos que nos iban a matar”

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Foto: Quadratín

Reportero de Quadratín relata cómo fueron retenidos por cumplir su labor en Tierra Caliente

Foto: Quadratín Foto: Quadratín

Redacción ejecentral

Un reportero relató en entrevista cómo fue detenido y amenazado, junto con un un grupo de periodistas, por al menos 100 presuntos miembros del grupo delincuencial conocido como la Familia Michoacana, en la zona de Tierra Caliente.

“Nosotros queríamos información, queríamos cubrir (...) Ya adentro es una zona de guerra, había carros incendiados (...) llegó un momento en que sentíamos que nos iban a matar, pensamos lo peor. Empecé a rezar”, contó Jorge Alberto Martínez, reportero de Quadratín.

En entrevista para Radio Fórmula, señaló que la zona de Tierra Caliente se convirtió desde hace unos años en una zona de guerra entre dos grupos delincuenciales.

El reportero detalló que fue en voz del propio gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, que supieron que el grupo de personas que los interceptó pertenecen a la Familia Michoacana.

Relató que junto con otros compañeros de profesión, fueron a realizar una cobertura a la zona de Tierra Caliente el pasado fin de semana.

En Palos Altos, que ya es zona de Tierra Caliente, había alrededor de unos 50 taxis atravesados que les impedían el paso; cerca del lugar había un retén militar, donde uno de los elementos le recomendó no entrar a la localidad, ya que podrían incendiar el vehículo en el que viajaban.

A pesar de las advertencias, el grupo de informadores ingresó al territorio; después de realizar su labor, y en posesión de información, fotografías y video, los periodistas volvieron a Palos Altos a comer, en donde los que pudieron mandar material periodístico lo hicieron.

Posteriormente, al arribar a Acapetlahuaya, fueron interceptados por alrededor de 100 habitantes, quienes mantenían un bloqueo en medio de la carretera; los pobladores rodearon las dos camionetas en las que viajaban los periodistas y los bajaron a la fuerza, además de apuntarles con armas de fuego.

Las personas que interceptaron a los comunicadores eran jóvenes de entre 18 y 20 años, incluyendo un menor, de 10 años aproximadamente, que traía una pistola, quien fue el que se encargó de despojar de celulares y todo el equipo de los reporteros, para pasarlo a otro vehículo.

Alberto Martínez señaló que afortunadamente no les hicieron daño; sin embargo fueron despojados de una de las camionetas en las que viajaban.

Finalmente, los periodistas fueron amenazados para que no dijeran nada a los militares que se encontraban en un retén más adelante; uno de los pobladores les advirtió que ahí tenía un halcón, y si este reportaba que decían algo, entonces los iban a quemar con todo y carro en el siguiente retén de comunitarios.

El reportero denunció que a pesar de que las autoridades de Guerrero saben qué grupo criminal es el responsable, no hacen nada por esclarecer esta situación (Con información de Grupo Fórmula). MR