Además de la residencia oficial de Los Pinos, ahora convertida en centro cultura, el gobierno mexicano posee otra mansión en la zona de La Herradura, en Huixquilucan, Estado de México, la cual implicó un gasto de 300 millones de pesos en el pasado sexenio de Enrique Peña Nieto. La residencia Soledad Orozco, edificada por Manuel Ávila Camacho, resguarda obras de arte y muebles de lujo, en un terreno de más de 5,000 metros cuadrados con varias edificaciones anexas que incluyen una capilla, detalla la página Grandes Casas de México. La propiedad fue donada al gobierno federal por la viuda del expresidente en 1989 y entregada en 1997 para ser usada como “Residencia para visitantes distinguidos del gobierno federal” , desde entonces todos los gastos corren a cargo de la administración en turno. Entre las valiosas obras se cuentan el autorretrato de José Clemente Orozco, de 1940, con un valor de inventario de 6 millones 310 mil 240 pesos; un retrato de Simón Bolívar hecho por David Alfaro Siqueiros, valuado en casi 4 millones de pesos, y óleos del pintor novohispano Miguel Cabrera, con valor de un millón 350 mil pesos cada uno. Por los servicios de esta mansión, de la cual se desconoce su futuro en el actual sexenio, el gobierno federal pagó sólo por servicios de agua alrededor de 673 mil pesos mensuales, y de energía eléctrica un millón 935 mil 736. [gallery ids="961316,961317,961318,961319,961320"]
En este lugar hay más de mil 300 obras de arte, adornos de porcelana, candiles de cristal cortado de Baccarat, esculturas de mármol, tapices franceses, decenas de muebles de caoba estilo Luis XV y una colección de fusiles de los años 40 con el escudo nacional, reveló el diario La Jornada. “De entre las habitaciones, evidentemente destaca el Gran Salón, con 140 m² y doble altura, decorado con ecléctica opulencia y donde sobresalen el candil de 60 luces acompañado de dos candiles monumentales de pedestal, el enorme tapete de Aubusson, y las diversas piezas de porcelana azul y bronce dorado que adornaban la chimenea”, menciona el portal Grandes Casas de México en la descripción. La Jornada señala que, de acuerdo con datos obtenidos en la Plataforma Nacional de Transparencia, no hay registro de que la mansión haya sido usada para reuniones u otros actos oficiales en el sexenio pasado.(Con información de La Jornada)EM