Las alertas por el ambiente en Estados Unidos no sólo son referentes a los incendios en Canadá o por el golpeteo electoral, ni siquiera por la economía que mantiene los focos rojos, sino que hay algo más grave y lo ha puesto en la mesa esta semana la organización más grande de ese país para la defensa LGBTQ+, que declaró su primer estado de emergencia nacional ante la proliferación de más de 70 leyes aprobadas en los congresos estatales del país en contra de sus derechos, y 525 proyectos de ley que están en camino.
Ya se han reportado amenazas y desplazamiento forzadas de familias dentro del territorio estadounidense. Los temores aumentan porque es precisamente el gobernador Ron DeSantis quien encabeza uno de los estados más hostiles y es uno de los más fuertes candidatos a la Presidencia.