A poco más de un mes de su erupción, el volcán de Cumbre Vieja, en la isla española de La Palma, sigue despertando alarmas.
Científicos especializados del Servicio de Vigilancia de la Atmósfera de Copernicus (CAMS) encontraron que el fenómeno ha arrojado grandes cantidades de dióxido de azufre a la atmósfera, los cuales han llegado al norte de África, Europa e incluso al Caribe. Se trata de un compuesto que tiene efectos irritantes y tóxicos, y en altas concentraciones, puede reflejar los rayos solares, lo que enfría la atmósfera.
La presencia de estas partículas se debió a un cambio de dirección en las corrientes de aire a principios de este mes. Debido a esto, este elemento viajó más de cinco mil kilómetros, reportó el CAMS.
Si bien el dióxido del volcán fue encontrado casi inmediatamente en las regiones del norte de África y el sur de Europa, su ubicación en el Caribe fue detectada recientemente. En este caso, coincidió con el hallazgo de partículas de polvo provenientes del desierto del Sahara, algo que suele ocurrir periódicamente, pero en combinación con el dióxido de azufre, está generando mala calidad del aire. Hasta el momento, en la región de Puerto Rico se ha reportado esta condición.
Desde su erupción el 19 de septiembre, el volcán de Cumbre Vieja ha destruido más de dos mil 200 edificaciones a lo largo de 800 hectáreas, y ha obligado a la evacuación de cerca de siete mil personas.