Pekín anunció este miércoles el estricto confinamiento de cinco residencias de Daxing, un suburbio del sur de la capital, tras algunos casos de covid-19 en un momento en que China lucha contra varios pequeños focos de infección.
El confinamiento concierne a unas decenas de miles de personas, es decir una muy pequeña parte de los 21 millones de habitantes de la capital, donde la situación continúa más bien bajo control.
La medida fue tomada tras el anuncio este miércoles por parte del ministerio chino de Salud de 103 nuevos casos de coronavirus en China, siete de ellos en Pekín (de los cuales seis en Daxing).
Por otra parte, el total de los 1,6 millones de habitantes de Daxing fueron instados a permanecer en su casa y evitar las multitudes y tiene prohibido salir de la capital.
China había logrado hasta ahora controlar en gran medida el virus, mientras el resto del mundo luchaba contra el aumento del número de muertes y los hospitales saturados.
Sin embargo, una serie de pequeños brotes localizados ha llevado a las autoridades chinas a ordenar test masivos, confinamientos estrictos y a prepararse para trasladar pueblos enteros a centros de cuarentena para acabar con el brote.