En una trama que parece salida de una serie de Netflix, el pastor José Insfrán Galeano, señalado como líder de una organización criminal internacional, se entregó a la fiscalía paraguaya. Junto a sus hermanos, Miguel, Yolanda y Conrado, conforman el Clan Insfrán, enfrentando cargos por crimen organizado y lavado de dinero en el marco de la operación “A Ultranza Py”.
José Insfrán, hermano del supuesto líder del clan conocido como “Tío Rico”, era objeto de investigación por tres motivos clave: su relación de parentesco con el líder; menciones en llamadas telefónicas interceptadas; y las notables inconsistencias en su patrimonio, que incluye una productora de eventos, una radio y un imponente palacio religioso en Curuguaty. El pastor Insfrán, prófugo de la justicia, se entregó el jueves 16 de noviembre.
Clan Insfrán, red criminal
La historia se remonta a 2016, cuando Insfrán adquirió una discoteca y la transformó en una iglesia.
Desde entonces, acumuló riquezas, bienes, establecimientos ganaderos, lujosos autos y una casa de retiro espiritual. La investigación reveló una mansión en construcción valorada en más de dos millones de dólares en Curuguaty, así como una flota de aviones, autos de lujo y la financiación del club Primavera en la ciudad.
José Alberto y Yolanda Ignacia Insfrán figuran como dueños de empresas utilizadas para el tráfico de drogas.
Además, Insfrán realizó irregularmente 44 operaciones por 4.400 millones de guaraníes en la Cooperativa San Cristóbal, transgrediendo normas de créditos.
La conexión entre el narcotráfico y la política en Paraguay se manifiesta en el entorno del pastor Insfrán. Utilizando la religión como herramienta de poder, logró su precandidatura a la gobernación por el partido de gobierno. Su brazo derecho en negocios y política, el exdiputado Juan C. Ozorio, también está detenido.
Política y religión
El movimiento político del pastor logró elegir tres concejales en Curuguaty, generando discordia al intentar declarar visitantes ilustres a pastores colombianos, hecho que fue desvinculado por estos líderes religiosos. La Iglesia Centro de Convenciones Avivamiento, bajo la influencia de Insfrán, tiene un moderno local valuado en más de 1.5 millones de dólares y alberga a más de 1.500 personas.
De los cuatro hermanos, tres están bajo custodia judicial, mientras se desconoce el paradero de Yolanda.
La trama se entrelaza con la organización Primer Cartel Uruguayo, liderada por Sebastián Marset, prófugo desde 2021. Marset, vinculado a la hidrovía del Río Paraná y la cocaína, está siendo buscado por la Interpol y la DEA.
Insfrán, al entregarse, alegó ser víctima de persecución política. La rendición del pastor coincide con la posible entrega gradual de la familia Marset en Uruguay. DJ
Con información de Estrategia.la
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