Según información obtenida por Bloomberg, con respecto al impacto ambiental producido por la construcción de la refinería Dos Bocas demostró que, en efecto, la destrucción de las 300 hectáreas de manglares es una violación directa del compromiso celebrado entre Petróleos Mexicanos (Pemex) y el gobierno federal.
La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) puso en consideración el proyecto presentado por Pemex en 2007 y, tomando en cuenta que el espacio de construcción que pidieron era hábitat de 23 especies de animales en peligro de extinción y de 4 tipos de manglares protegidos; sólo autorizó un área de 150 mil 713 con 85 hectáreas.
Eso es el 49% del área que había pedido Pemex en primer lugar. Aunque la autorización se dió con una condición que data de 1992: tiene que hacerse cargo de la protección de especies nativas como el oso hormiguero y la garza tigre mexicana. Y construir en el área donde haya menos impacto ambiental de acuerdo con los estudios presentados.
El compromiso se dió desde la fecha de entrega del resultado, el 2 de octubre de 2007 hasta el 3 de octubre de 2026. Durante el 6 de marzo, se difundió un video en redes sociales en donde se destruyen un aproximado de 300 hectáreas de manglares para destinar una de las 1600 obras que componen la refinería. Lo que causó una reacción masiva en contra del proyecto.
Hasta el momento, se plantea abrir Dos Bocas en 2023
De acuerdo con la legislación vigente; todos los proyectos de construcción cerca o que involucren áreas naturales protegidas tienen que estar respaldados por un Manifiesto de Impacto Ambiental Regional y una Evaluación de Riesgo Ambiental.
Y la Semarnat tomará una decisión que puede o no ser favorable para la persona que quiere construir en ese lugar.
BG