Las plataformas digitales que operan en México, como Uber, DiDi y Rappi, actualmente no reconocen los derechos laborales de sus repartidores y trabajan sin ninguna protección social.
Desde 2012, estas aplicaciones han crecido exponencialmente y se han vuelto una válvula de escape que ha permitido a comercios, consumidores y repartidores, beneficiarse económicamente con ingresos que superan el salario promedio de los ocupados en México. Estas nuevas modalidades de empleo, producto del avance tecnológico, han creado oportunidades flexibles de trabajo para muchas y muchos mexicanos, sobre todo en jóvenes.
Datos del INEGI revelan que el 65 % de los repartidores son personas jóvenes; el 63.5 % de los repartidores han sufrido algún percance; y 96 de cada 100 tuvieron que sufragar los gastos por su cuenta, pues además, los vehículos con los que se transportan no están asegurados.
De acuerdo con el informe de 2021, “Las plataformas de entrega a domicilio en la economía mexicana”, realizado por el Laboratorio Nacional de Políticas Públicas del CIDE y la Asociación de Internet MX, el trabajo por cuenta propia incrementó 150 % . Sin olvidar que en 2020 debido a la pandemia, la actividad económica género despidos en prácticamente todas las ocupaciones, y muchas de estas personas se ocuparon en esta actividad. En ese período 243 mil 794 personas trabajaban como repartidores en aplicaciones, y para 2025 se podrían sumar 85 mil personas más a esta ocupación, o sea, alcanzaría las 328 mil 794 personas repartidoras.
En el Congreso Federal se han presentado diversas iniciativas de reformas a la Ley Federal del Trabajo por parte de varios partidos políticos, y el Gobierno de México prepara una reforma que presentará a ese órgano legislativo. Todas coinciden en la necesidad de regular las plataformas digitales para dar paso al reconocimiento de los derechos laborales de los repartidores, sin embargo, se ha señalado que aún están definiendo los mecanismos para el otorgamiento del seguro social.
El trabajo digno es primordial para acabar con la desigualdad y la exclusión de las personas que laboran en las plataformas digitales. Por ello, considero que dentro de los ejes principales que debe contener esa reforma laboral es establecer un capítulo de derechos y obligaciones de las personas trabajadoras, así como de los empleadores; establecer el vínculo laboral a través de un contrato, libertad sindical, protección de propinas, salario semanal mínimo, prestaciones sociales con vacaciones conforme a las últimas reformas y se tendrá que definir si se mantiene la flexibilidad en el horario o se establece una jornada laboral definida de 8 horas de trabajo.
Se requiere modernizar el marco de las relaciones laborales acorde a las nuevas necesidades, y estaremos atentos al proceso legislativo.
