Yasmín Esquivel

30 de Marzo de 2025

Jose Luis Camacho
Jose Luis Camacho

Yasmín Esquivel

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Ya la acusaron, juzgaron, lincharon y por la eternidad la desterraron sin siquiera concederle la duda razonable que exige la presunción de inocencia como derecho humano. Sin duda, en la carrera por la presidencia de la Corte no hay ‘pero’ que valga ni pudor que cuidar, pues el fin justifica los medios, aunque en el camino se dañe el prestigio y la integridad de las personas.

Desde hace un par de lustros, la sucesión en la Corte ha sido compleja, pero nunca tan sucia como lo está siendo bajo la presidencia del ministro Arturo Zaldívar.

No hay sorpresas, solo sorprendidos. Y ello porque tenemos el antecedente del intento de reelección inconstitucional que, a decir de coordinadores parlamentarios, se fraguó desde la avenida Pino Suárez No. 2, cuando de último momento se introdujo en el Senado un artículo transitorio al proyecto de nueva ley orgánica del Poder Judicial para alargar el periodo del presidente de la Corte y de los consejeros de la Judicatura.

Pareciera que, tras el fracaso cosechado, se está haciendo hasta lo imposible para tratar de influir en las y los ministros de la Corte para direccionar la decisión sobre la persona en la que “conviene” que recaiga la presidencia de la Corte.

El blanco de ese juego sucio ha sido la Ministra Yasmín Esquivel Mossa, quien con toda transparencia, honestidad y claridad ha levantado la mano como aspirante a ser la cabeza del Poder Judicial, lo cual no fue del agrado de quien hoy busca descarrilar su aspiración.

La Ministra ha dado una competencia limpia, sin campañas negras ni calumnias. Desafortunadamente no ha recibido el mismo trato y buscando afectarla tuvieron que irse hasta su titulación como licenciada en Derecho, en 1987, evidenciando -sin querer- que se trata de una persona limpia, esforzada, fruto de la cultura del esfuerzo y de la superación.

Con los lentes de 2022 se juzga un hecho de 1987, cometiendo con ello grandes injusticias y obviando abismales diferencias.

La verdad sobre la redacción de su tesis de licenciatura la dirá en su momento la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pero el rumor y el daño ya están dados en contra de una persona que debiera ser analizada en su contexto y en su trayectoria.

Con mesura y contundencia, la ministra Esquivel se ha defendido de los ataques y respondido a los señalamientos. Pero ¿quién o quiénes están detrás de esta campaña? ¿Qué buscan ocultar o proteger? ¿Qué nicho de poder buscan conservar?

Sin duda, debe ser objeto de análisis y reflexión por parte de las Ministras y los Ministros de la Corte que el 2 de enero próximo deben elegir a quien los coordine en la labor trascendental para el presente y futuro de México.

@jlcamachov

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