México debe cambiar. En el actual contexto de interdependencia y competencia económica, nuestro país enfrenta el gran reto de evolucionar al ritmo de las exigencias o quedarse varado en un escenario que ya no existe: el charrismo sindical y la ineficiencia económica.
El Tratado de Libre Comercio de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) ha marcado la pauta y nuestro país debe cumplir con los compromisos que adquirió en su negociación, firma, aprobación y ratificación. Después de todo, se trata del principal instrumento de crecimiento y recuperación económica con que contamos hoy día y mal haríamos en desaprovecharlo o menospreciarlo.
Y eso lo tiene muy claro el secretario general de la Confederación de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), Pedro Haces Barba, quien no solo ha logrado que su central obtenga el triunfo en votaciones limpias y transparentes para obtener la titularidad de contratos colectivos de trabajo en empresas mexicanas, sino que ha decidido tomar al toro por los cuernos y consolidar una interlocución directa con las autoridades y grupos estadounidenses, con el objetivo de estrechar la comunicación y coordinación, así como promover el intercambio laboral.
Estamos hablando de la apertura de la primera oficina sindical mexicana en suelo estadounidense, que tiene el objetivo de defender y promover los derechos laborales de connacionales, pero también de promover una migración laboral ordenada y benéfica para ambas naciones.
La CATEM cuenta ya con una representación en la capital estadounidense, tratándose de nuestro principal socio comercial e inversor en suelo mexicano. Sin duda, Pedro Haces ha tomado el liderazgo sindical nacional y mostrado la capacidad de evolución y adaptación de la representación sindical en el mundo económico de 2022.
Como seguramente sabe, nuestro país ha sido denunciado por quinta ocasión por parte del gobierno de Estados Unidos, debido al incumplimiento de elecciones genuinas entre organizaciones sindicales para pelear el contrato colectivo. Y por el bien de nuestros empleos, de nuestra economía y de nuestro bolsillo, más nos vale evolucionar y transformar nuestro mundo sindical en uno que genuinamente represente a las y los trabajadores y sea un aliado estratégico de la inversión y del empleo, no de la burocracia ni de la coacción.
@jlcamachov