Negociador nato, el dirigente nacional de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), Pedro Haces, ha rebasado por la izquierda para impulsar los temas que a la agrupación laboral más interesan y que encuentran plena coincidencia con el nuevo paradigma que ha marcado el T-MEC: democracia sindical.
Conocedor de las formas y amarres políticos, el también legislador ha desarrollado a lo largo de los años interlocución con actores de diversas fuerzas políticas y sectores sociales, demostrando capacidad negociadora y talento para acordar.
Aliado del presidente de la República, Pedro Haces ha logrado lo que ningún otro dirigente sindical: congregar a trabajadores y empleados, pero también a empresarios, servidores públicos y políticos. Se dice fácil, pero en las actuales condiciones de polarización y divergencia, son garbanzos de a libra quienes se convierten en factor de unidad y diálogo.
La presencia y activismo de la CATEM hace que las otrora aguas estancadas del sindicalismo mexicano empiecen a moverse y refrescarse, y es que no puede ser otra forma: las condiciones han cambiado y el mundo laboral particularmente.
En momentos en que México requiere inversiones y proyectos productivos, los sindicatos deben ser aliados, no extorsionadores ni obstáculos. Y Pedro Haces lo ha dicho con todas sus palabras, no a las extorsiones ni a las manipulaciones.
Al nuevo partido Fuerza por México se le vincula con Pedro Haces, pero lo cierto es que enfrenta el enorme reto de conservar su registro alcanzando por lo menos el 3% de la votación nacional emitida para diputados federales en la elección del próximo 6 de junio, y el líder sindical puede representar un aliado en esa meta.
Así las cosas, la puerta que se ha abierto para consolidar los derechos sindicales no volverá a cerrarse y resulta necesario que todos los sindicatos lo entiendan y cumplan con su misión esencial: defender los derechos de las y los trabajadores, garantizando la continuidad de los centros de trabajo.
Fuero presidencial
El Senado de la República ha aprobado el proyecto de reforma de los artículos 108 y 111 constitucionales, en materia de inmunidad constitucional (mejor conocida como fuero) que posee el presidente de la República, estableciendo la ampliación de los supuestos jurídicos por los cuales puede ser imputado.
Como consecuencia, a los delitos de traición a la patria y del fuero común se han sumado los de corrupción (cohecho) y delitos electorales.
Ahora es turno de las legislaturas locales pronunciarse al respecto para que logre la mayoría requerida (de por lo menos 17 congresos), a fin de que se ordena su publicación en el Diario Oficial de la Federación e inicie su vigencia.
@jlcamachov