Ambas cámaras federales han iniciado sus actividades ordinarias con las agendas muy cargadas. Mientras en San Lázaro continúa el Parlamento Abierto para la Reforma Eléctrica con la asistencia, ahora sí, de empresarios y líderes de opinión, en el Senado el tema de la Guardia Nacional empieza a calentarse.
Y es que con motivo de la entrega del informe anual al que la Guardia Nacional está obligada entregar a la Cámara de Senadores, la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, adelantó que el proyecto de reforma constitucional está casi listo y que, una vez palomeado por el Ejecutivo, sería turnado al Congreso de la Unión.
Ante esta declaración, Ricardo Monreal reconoció que es un tema delicado que puede llegar a acalorar la discusión, y no es para menos, pues justamente en la discusión en 2019 del proyecto original planteado por el Ejecutivo para reformar la Guardia Nacional, los grupos parlamentarios de oposición fueron muy claros y concisos en no permitir que este cuerpo fuera absorbido constitucionalmente por las Fuerzas Armadas.
Discusión que incluso llevó a un ejercicio de Parlamento Abierto en el Senado, donde especialistas, gobernadores, servidores públicos y líderes empresariales mostraron su preocupación de militarizar la Guardia Nacional. Ante ello, Morena no tuvo más remedio que aceptar cambios. Pero en 2022 insistirá en su propósito.
El bloque opositor ya condicionó sus votos para la aprobación de esta reforma a que este órgano de seguridad no tenga mando militar.
Monreal Ávila recordó que esta iniciativa se aprobó por unanimidad, “y esta reforma constitucional subrayaba el mando civil, un cuerpo de élite con disciplina similar a la castrense: adiestramiento, capacitación y disciplina, similar a la castrense, pero con mando civil”.
El gobierno y Morena buscan que la Guardia Nacional forme parte del Ejército mexicano bajo el argumento de “evitar que este cuerpo se corrompa”, pero no han explicado a la sociedad cuáles son los objetivos y medios para alcanzarlos. ¿Pensarán que este cambio es el que se requiere para frenar el río de sangre que corre todos los días por la violencia y el crimen organizado? ¿De qué forma se evitará que las Fuerzas Armadas se vean vulneradas por cumplir labores de seguridad pública? ¿Cuál será el beneficio para la sociedad?
Hay muchas preguntas y esperemos que conforme se dé a conocer el proyecto, también haya respuestas.
@jlcamachov
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