Oaxaca puso el cascabel al gato.
A raíz de la reforma aprobada por su Congreso local, que pretende hacer creer que prohibiendo la venta en pequeñas tiendas de alimentos con altos contenidos calóricos y azucares a niños y adolescentes, la obesidad y enfermedades crónicas como la diabetes e hipertensión disminuirán en la entidad, 27 cuerpos legislativos de las entidades federativas han dicho que analizarán imitar la reforma a la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de Oaxaca. Sólo Tabasco ha concretado la intención.
Sin embargo, en el propio Estado cuna del Benemérito de las Américas parece no haber consenso sobre la efectividad de la medida, pues el Ejecutivo local no ha ordenado la publicación del decreto 1609 que contiene las reformas legales, sabedor seguramente de la poca efectividad de la medida y altos costos económicos que en materia de empleos y ventas de pequeñas tiendas de abarrotes tendría en la entidad.
No se trata de privilegiar el interés económico sobre la salud de la sociedad, pues si bien hay quienes han querido conducir el debate a esa cortina de humo, lo cierto es que la medida anunciada por los legisladores oaxaqueños no solo no resuelve los graves problemas de salud, sino que agrava los económicos y sociales.
Valdría la pena que el Legislativo de Oaxaca se tomará la molestia de explicar a la niñez y juventud qué es una caloría, qué implica consumirla y como quemarla para tener más energía. De ahí que lo malo no sean comer calorías, sino no quemarlas en suficiencia con actividad física y mental.
Se trata de una medida legislativa que injustificada e irracionalmente busca colarse hasta la cocina de los hogares oaxaqueños para establecer medidas prohibitivas que no solo no resolverá los graves problemas de salud, sino que los agravará al pretender hacer creer que se ha resuelto la obesidad y sobrepeso y que no es necesario hacer más. Craso error.
En México es necesario que todos aprendamos a comer, pues pareciera que uno nace sabiéndolo, pero lo cierto es que no es así y que cometemos muchos errores con graves repercusiones en nuestra salud, en nuestro cuerpo y nuestra mente.
Positivo que el gobernador Alejandro Murat no siga el juego a las ocurrencias con graves repercusiones para una economía que en estos momentos requiere incentivos.
Monreal tampoco apoya ocurrencias
Tal y como lo leímos en ejecentral.com.mx el senador Ricardo Monreal, líder de Morena en el Senado, ha dejado en claro que no hay aval de esa mayoría legislativa para incrementar gravámenes o crear nuevos en la venta de refrescos y comida chatarra en el país.
El zacatecano dejó en claro que, si bien se analizarán durante las siguientes semanas los impactos de la pandemia en las finanzas públicas, lo cual implicará ajustes fiscales, lo cierto es que el objetivo no será la comida con alto contenido calórico.
Las políticas prohibicionistas no deben encontrar cabida en regímenes liberales con sed de más derechos, más garantías y más libertades como el mexicano.
@jlcamachov