La mayoría de Morena en el Senado se impuso para ratificar el nombramiento de Quirino Ordaz Coppel, exgobernador de Sinaloa por el PRI, como el embajador del gobierno de Morena en España.
Se trata, a todas luces, de un nombramiento desafortunado que solo puede ser entendido como el pago de facturas y favores. Y es que es evidente que Ordaz Coppel carece de atributos diplomáticos y conocimiento de política exterior y solo irá a la Península Ibérica a vacacionar.
Su nombramiento político obedece a razones completamente distintas a la defensa de los intereses nacionales.
Y así lo dejó en claro el gallardo guerrerense Manuel Añorve Baños, quien con todo respeto, pero también con claridad y contundencia, dejó en claro que el sinaloense debió disculparse de la propuesta presidencial que vino tan solo tres meses después de celebrada la elección en la que la gubernatura de Sinaloa pasó a manos de Morena. “Por honor y seriedad”, dijo Manuel Añorve Baños, “usted debió agradecer la invitación y disculparse por no aceptarla. Pero no lo hizo así”.
Y no le falta razón al distinguido priista, quien respira y vive la política desde que era preparatoriano en el Plantel No. 6 “Antonio Caso”, al lado del gran político Gustavo Carvajal Moreno, y que ha labrado una carrera política caracterizada por la constancia, astucia, congruencia, convicción priista y servicio a la Nación.
Definitivamente Ordaz Coppel debió haber agradecido la manzana envenenada que le enviaban desde Palacio Nacional, pero no lo hizo porque sabía que era su pago a cambio de haber doblado las manos, abandonado a la estructura priista que seis años antes lo había apoyado y llevado a la gubernatura y que era momento de cobrar.
No existe otra forma de entender el cinismo de este personaje, quien demostrando su falta de conocimiento se atreve a declarar que “voy a representar a la nación mexicana”. No señor, usted va a representar a un gobierno fallido que ha dinamitado la relación diplomática con España y que, con base en sus cartas credenciales, usted no podrá hacer nada por corregirlo.
Con justa razón, Manuel Añorve pronunció las palabras que la militancia priista sinaloense y nacional le quisiera decir a ese impresentable: “Usted cometió traición”, y de la memoria del priismo no se borrará nunca.
No queda duda que el senador priista Manuel Añorve Baños actuó con congruencia, convicción y valor, como lo ha hecho durante toda su trayectoria y que, a su joven edad, tiene mucho que aportar al PRI y a Guerrero.
@jlcamachov
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