Nuestro país vive momentos inéditos en su vida política. Tanto el partido en el poder como el frente opositor se encuentran ajustando motores para dar cabida al proceso electoral más retador de la historia reciente.
Y mientras en el Frente Amplio por México las reglas van ajustándose y dando buenos resultados en materia de competitividad, en el proceso que dio inicio Morena se viven en momentos de duda y gran especulación.
Los seis aspirantes a convertirse en coordinador nacional del proyecto del gobierno se encuentran recorriendo el territorio nacional para dar a conocer su imagen y principales planteamientos. Y mientras algunos ponen en tela de juicio las reglas y los acuerdos, otro contribuye a su consolidación y pleno acatamiento.
Me refiero al zacatecano Ricardo Monreal, quien en repetidas ocasiones ha refrendado su confianza en que se corrija el piso disparejo que se vive en estos momentos en la contienda morenista, sin regatear en ningún momento su compromiso y vocación por acatar el resultado y cerrar filas con quien resulte triunfador. No es nuevo del exlíder del Senado, ya que lo único que ha entregado al actual presidente son buenas cuentas y resultados palpables.
No es fácil hacer de lado el interés individual y privilegiar un proyecto más amplio e incluyente, pero Monreal lo está haciendo en los hechos, motivando en los actos públicos la unidad, concordia, altura de miras y compromiso.
Los proyectos podrán ser diferentes, pero lo cierto es que tanto el partido en el poder como la oposición requieren mujeres y hombres de palabra, comprometidos, con visión de estado y sobre todo, un auténtico sentimiento de servicio.
Mientras la posición está en marcha de ver si los tiene, Morena lo ha comprobado por lo menos con el zacatecano Ricardo Monreal.
@jlcamachov
