Como balde de agua fría. Así cayó entre las cabezas visibles de Morena el anuncio que la coalición legislativa “Va por México” hizo el pasado 9 de junio sobre la moratoria constitucional que se aplicará en lo que resta de la 65 Legislatura.
Y es que solo así se puede entender que mañana, tarde y noche buscan desacreditarla, denunciando que el bloque de PAN-PRI-PRD han renunciado a su función legislativa y que están en contra del gobierno.
Pero lo cierto es que si hay alguien que desprecia al Poder Legislativo y que a lo largo de su gobierno ha demostrado con alevosía y ventaja que no quiere dialogar, consensuar, corregir ni ceder es el Poder Ejecutivo Federal depositado -única y exclusivamente- en el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha reditado viejas facultades metaconstitucionales en perjuicio del Congreso, de la Soberanía y del régimen democrático nacional.
La moratoria busca establecer un dique fuerte y sólido a las pretensiones presidenciales de desaparecer el Instituto Nacional Electoral (INE), sí, el mismo que hace apenas unas semanas organizó, supervisó y contabilizó los votos que dieron el triunfo al mismo Morena en 4 de los 6 Estados en que hubo elección para elegir gobernador.
Sin embargo, tratando de desconocer la imparcialidad, independencia, objetividad y autonomía con que opera el sistema electoral en México, ahora el partido en el poder se escuda en un falso argumento de fraude electoral y exceso de costos para plantear una reforma constitucional en materia electoral que a todas luces busca desconocer conquistas ciudadanas y regresarnos el medioevo electoral que tanto dolor, muerte y atraso generó en nuestra Nación.
Para evitar ese golpe fatal al estado constitucional de derecho en México es que la coalición legislativa “Va por México” ha cerrado filas y reiterado que no cederá ningún voto para que Morena concrete ese duro golpe a la democracia mexicana.
Y es que el teatro de parlamento abierto que el partido en el poder está operando durante el mes de julio, para dialogar sobre el proyecto de reforma presidencial, es con la única intención de dejar el proyecto en sus términos y decir que es inmejorable y que es el que requiere México. Tal y como sucedió con la fallida reforma eléctrica.
La moratoria constitucional impulsada por PAN-PRI-PRD busca preservar el régimen democrático de México y no permitir que Morena acomode los preceptos constitucionales en contra de la población y a favor del grupo en el poder. No hay más.
@jlcamachov
Síguenos en @EjeOpinión