El presidente nacional del PRI ha levantado la voz en contra de la violación sistemática que el gobierno federal ha cometido en contra de los procesos electorales estatales en marcha, particularmente en Hidalgo, cuya candidata de la alianza “Va por México”, Carolina Viggiano, ha merecido que el presidente de la República la mencione en forma negativa hasta en tres ocasiones.
Se trata, evidentemente, de una violación electoral debido a que con recursos y poder público se busca desequilibrar las condiciones de competencia y beneficiar a otro candidato.
Nunca un primer mandatario había cometido dicha violación y dañado tanto la investidura presidencial como lo está haciendo el actual presidente.
Las condiciones de equidad y legalidad no existen debido a la actitud presidencial, y por ello justamente el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno, ha acusado la actuación oficialista dañina al régimen democrático nacional.
No es cosa menor, pues con los dichos presidenciales se busca beneficiar a un candidato (el oficialista) que con sus dichos y hechos no logra remontar en las encuestas ni convencer a sus paisanas y paisanos.
Con todo el poder presidencial (y recursos públicos) se busca incidir en la voluntad popular, como si la ciudadanía no supiera que se trata de una ilegalidad y de una actitud completamente antidemocrática. Y los resultados ya los verán en las urnas el 5 de junio próximo.
PRI redobla el paso
Y hablando del presidente nacional del PRI, el campechano ha logrado con astucia y capacidad remontar las cortinas de humo que en su entorno ha intentado desplegar el oficialismo y colocar el ojo público en las tragedias nacionales que tienen lugar en México.
Incremento de la pobreza. Inseguridad galopante, desempleo al alza, inflación descontrolada, educación sin rumbo y política exterior inútil.
Ésos son algunos de los males de nuestro tiempo y ante los cuales no existen respuestas gubernamentales, solo excusas.
@jlcamachov