El trabajo que hizo la alianza, primero electoral y ahora legislativa, “Va por México”, está a punto de rendir resultados concretos.
Después del portazo sufrido en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la que a pesar de que una clara mayoría de ministras y ministros sí opinó que las reformas realizadas a la Ley de la Industria Eléctrica son inconstitucionales, no se alcanzó el umbral requerido de ocho para declarar formalmente su inconstitucionalidad y sacarlas del mundo jurídico mexicano, el siguiente frente en la defensa de la Constitución está en la Cámara de Diputados, en donde el grupo mayoritario ha forzado la discusión del proyecto de reforma constitucional en materia eléctrica a sabiendas de que no tiene los votos, de que no ha cedido a la propuesta de la oposición y de que no prosperará la iniciativa presidencial.
Los números no mienten: Morena-PT-PVEM alcanzan 277 votos y requieren 333 para aprobar, por mayoría calificada, una reforma constitucional. Necesitaría que 85 diputados de la oposición se ausentaran repentinamente el martes 11 de abril, día en que se discutirá el tema, para aprobar con 277 votos la reforma constitucional que pasaría al Senado y en el que tampoco Morena alcanza la mayoría calificada.
Al cuarto para las doce, el bloque mayoritario ha dicho que coincide en 9 de los 12 puntos que la alianza legislativa “Va por México” ha propuesto, pero el kit está en que no ha dicho los cómo, sólo el qué, y evidentemente resulta insuficiente para creer en su palabra.
Por ello, Rubén Moreira, coordinador del PRI en San Lázaro y presidente de la Junta de Coordinación Política, ha dejado claro que PAN-PRI-PRD exigen que los doce puntos sean aceptados por el bloque mayoritario y redactados en un nuevo documento de reforma o de lo contrario, no habrá forma de que la oposición aprueba reforma alguna.
Y es que Morena está planteando que México dé un salto al vacío sin tener la red puesta.
A estas alturas del camino, es evidente que el grupo en el poder sabe que en la votación del domingo no obtendrá, ni de cerca, los 30 millones de votos que presume el presidente de haber obtenido en 2018, y por ello, ha preparado el terreno para centrar la atención de inmediato en otro distractor: la reforma eléctrica, para cuyo desenlace fatal el gobierno podría tomar acciones para encarecer de inmediato la luz y los combustibles, achacando el efecto a la “irresponsable” y “antipatriótica” actuación de la oposición.
Es claro que la popularidad y aceptación presidencial van disminuyendo y que los problemas que sufre México son crecientes, lo cual hace poco halagüeños los pronósticos para el grupo en el poder, el cual lo sabe y se las está jugando el todo por el todo sin detenerse a pensar un momento en México y en la gente, la cual está sufriendo las consecuencias de decisiones erróneas, irresponsables y temerarias.
Por el bien de México y de su democracia, las y los 223 diputados federales de la oposición deben darse cita el martes 11 de abril, en punto de las 10 de la mañana, en la sesión presencial de la Cámara de Diputados y consoliden el frente en defensa de los valores políticos del país. Es ahora o nunca.
@jlcamachov
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