Indignos resultan ser los argumentos que legisladores de Morena han vertido en contra del presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Santiago Creel Miranda, quien con todo conocimiento y razón no permitió que la ley se quebrantara con la introducción de armamento al Salón de Plenos.
Frente a los violentadores de la ley, Santiago Creel Miranda ha puesto orden en el Congreso de la Unión.
Frente a quienes ignoran la ley y solo levantan la mano cuando se les ordena, ha llegado un presidente de Mesa Directiva que sí impone la ley y no permite desviaciones.
La Secretaría de la Defensa Nacional no volverá a enviar elementos armados y mucho menos a un acto republicano como lo es la inauguración de sesiones ordinarias del Congreso de la Unión; descuido que no puede ser pasado por alto por los mandos castrenses, por lo que ese descuido merece ser remediado con todo el peso de la ley.
Nuestra Constitución y nuestro sistema legal no permite descuidos de esa magnitud, el cual cuenta con demócratas como Santiago Creel para hacer valer la norma y no permitir violaciones.
El gobierno de López Obrador se irá, pero no así las instituciones que durante 105 años nos han dado estabilidad y desarrollo. Es obligado que nadie se deje llevar por el canto de las sirenas y crea que el actual estado de las cosas será para siempre.
El régimen constitucional es permanente frente a quienes hoy pretenden ignorarlo y pisotearlo.
Nuestras Fuerzas Armadas son constitucionales; su fuerza es pueblo uniformado que no se deja llevar por populistas ni mediocres, sino por la fuerza de la Constitución y las leyes. Ése es el Ejército forjado con sangre y sudor desde que Venustiano Carranza convocó al Ejército Constitucionalista en 1913.
Nuestras Fuerzas Armadas no son golpistas; son fuerzas institucionales que resguardan el régimen constitucional, la voluntad popular y sus instituciones.
Frente a las descalificaciones sinrazón y huecas de representantes del grupo en el poder, la hombría de bien, de la fuerza de la ley y de la voluntad democrática de Santiago Creel, ha imperado.
Mientras él respondía a los insultos con argumentos, consideraciones y visión legislativa, los ignorantes respondían ayer con más insultos. Frente a un diálogo de sordos e ignorantes no hay nada qué hacer. Y así quedaron evidenciados todos los representantes del grupo en el poder.
Digno, decoroso y republicano Santiago Creel, quien no se equivocó al no permitir que hombres armados ingresaran al Salón de Plenos.
A México le esperan arduas jornadas en defensa de su democracia, la cual está en peligro.
@jlcamachov
