El nuevo paquete económico que aprobó el Senado de Estados Unidos por 740 mil millones de dólares que incluye salud, impuestos y cambio climático —que obliga a las cadenas de suministro del sector automotriz alinearse a los nuevos estándares— traerá costos a los proveedores mexicanos que, si desean seguir en la carrera comercial, deberán hacer los cambios pertinentes que serán más rígidos para alcanzar las metas del gobierno del presidente Joe Biden.
Por el momento se sabe que se enfoca en la parte de energías renovables, así como en los vehículos eléctricos.
La Ley de Reducción de la Inflación de 2022 tiene como finalidad aliviar las presiones en los precios mediante ayuda en costos de salud para millones de estadounidenses. También destinará alrededor de 375 mil millones de dólares para los próximos 10 años para crear estrategias de combate al cambio climático, lo que incluye la producción de energías renovables, así como incentivos fiscales para los ciudadanos de ese país que adquieran vehículos eléctricos nuevos o usados.
Al respecto, la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, señaló que “el trabajo en equipo y la coordinación de la Secretaría de Economía con Sedeco (Secretaría de Desarrollo Económico), la Embajada de México en Estados Unidos y nuestras contrapartes fueron clave para no discriminar a nuestra industria automotriz en la ‘Inflation Reduction Act’ que aprobó el Senado de Estados Unidos y que pasará a la Cámara de Representantes”.
El comercio entre México y Estados Unidos es de alrededor de 800 mil millones de dólares anuales, y más de la mitad son exportaciones que forman parte del Producto Interno Bruto de nuestro país. La industria manufacturera mexicana en 2021 facturó 436 mil millones de dólares, de los cuales el 82% fue pagado por Estados Unidos, y un 25% es del sector automotriz.
Si ese país decide implementar ciertas normas que estén dentro de las medidas para para combatir el cambio climático y del T-MEC significará que las empresas en nuestro país tendrán que adaptarse a los nuevos parámetros, lo que podría ser un golpe bajo ante los problemas que se han suscitado en la interpretación de las reglas de origen del sector automotriz, así también sobre los beneficios fiscales que el presidente Joe Biden busca aplicar a los autos eléctricos que en su mayoría hayan sido construido en Estados Unidos, y más recientemente la controversia en materia energética.
La Cámara alta dio luz verde al paquete económico, y será discutido en la Cámara de representantes en los próximos días.