El creciente número de casos positivos de Covid-19 no detuvo las compras de miles de personas que, desde el domingo llenaron los angostos pasillos improvisados del tianguis de juguetes de la colonia San Felipe de Jesús, uno de los más grandes en toda América Latina, y que se ubica en una de las alcaldías más golpeadas por la pandemia de coronavirus.
Los letreros de sana distancia y uso de cubrebocas, que fueron distribuidos a lo largo de los dos kilómetros de distancia que tiene este tianguis, no bastaron para que la mayoría de los asistentes tomaran con seriedad estas medidas; incluso, algunos jóvenes paseaban entre los puestos con bebidas alcohólicas en las manos, mientras grupos de varias personas se amontonaban para avanzar.
El doctor Julio Ramírez, cuyo consultorio ha estado por más de 30 años en esta colonia de la alcaldía Gustavo A. Madero, lamentó la falta de medidas mientras contaba desde su ventana el número de personas que pasaban sin cubrebocas hacia el tianguis.
“Uno, dos, tres…y toda la familia, allí van, directo a contagiarse sin pensar en las consecuencias; así los he visto todo el día, pasar sin distancia, comiendo entre toda la gente, y luego vienen muy preocupados, culpándose por la enfermedad cuando lo único que debían hacer era seguir las medidas más básicas”, relata el doctor Ramírez con frustración contenida.
El especialista considera que “es mejor gastar un poco más en una de esas plataformas en línea o no comprar juguetes, que darle de regalo a tu hijo una enfermedad que puede ser potencialmente grave, o peor, pagar medicamentos o hasta funerales. No tiene sentido alguno arriesgarse en este momento”.
Datos oficiales muestran que San Felipe de Jesús es la quinta colonia con más casos activos dentro de la Gustavo A. Madero, y la 17 en toda la Ciudad de México, algo que no impedirá que esta noche miles de personas acudan a comprar algún juguete a este popular tianguis.
Pero para los comerciantes esperar no es una opción. Y es que apenas se están recuperando del golpe económico del año pasado, cuando las autoridades locales no permitieron que este tianguis operará de forma regular ante el momento de crisis que atravesaba la ciudad y que costó la vida de más de 30 mil personas sólo en la capital del país.
Adriana Goméz, comerciante de este tradicional tianguis, admite que “el virus no me espanta, es más un choro del gobierno para controlar la economía y fregarnos; yo llevo todo este tiempo con mi vida normal y sólo se enferman los que tienen miedo”.
Compromiso. En la Ciudad de México, cumplir los deseos de los niños es un impulso más fuerte que el temor a contraer la Covid-19.
Foto: Cuartoscuro
Riesgo. En el tianguis de San Felipe de Jesús son evidentes las aglomeraciones y la ausencia de cubrebocas entre los compradores.