Pandemia expandió la explotación laboral infantil en Latinoamérica
TOLUCA, ESTADO DE MÉXICO, 06ENERO2022.- Muchos niños de Toluca se levantaron con una gran sorpresa al recibir sus regalos del Día de Reyes Magos, pero otros niños no tuvieron la misma suerte, y tuvieron que salir a la calle a trabajar como todos los días lo hacen para apoyar en su hogar. FOTO: CRISANTA ESPINOSA AGUILAR /CUARTOSCURO.COM
/Crisanta Espinosa Aguilar
la oenegé Save the Children señaló que el trabajo infantil se agravó en América Latina tras la pandemia, lo que amenaza los derechos humanos
La pandemia de Covid-19 ha dejado un impacto devastador en América Latina, exacerbando la problemática del trabajo infantil en toda la región.
Con motivo del Día Internacional contra el Trabajo Infantil, un estudio reveló que esta práctica se ha convertido en una de las violaciones a los derechos humanos más alarmantes y amenazadoras para el futuro de la región.
El empobrecimiento y el deterioro económico y social causados por la pandemia han contribuido al aumento del trabajo infantil en América Latina.
El confinamiento y la reducción de los ingresos familiares llevó a millones de hogares a situaciones desesperadas; empujando a los menores a trabajar para suplir las carencias de bienes básicos y alimentación.
La directora del área de calidad impacto de programas de la ONG Save the Children en Perú, Nelly Claux, advirtió que la pandemia tuvo un efecto significativo en ese problema.
México ocupa el segundo lugar en América Latina y el Caribe en cuanto a la prevalencia de trabajo infantil.
Datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), de los 28.5 millones de niños, niñas y adolescentes mexicanos de 5 a 17 años, 3.3 millones trabajan; de los cuales dos millones realizan ocupaciones no permitidas y 1.2 millones desempeñan trabajos peligrosos.
Las actividades agrícolas, ganaderas, forestales, caza y pesca son las principales áreas donde los niños mexicanos trabajan.
América Latina con trabajo infantil
En Centroamérica, la situación no es mejor. En Guatemala, alrededor de 900 mil menores, el 17 % del total; El Salvador, aproximadamente el 6.1 por ciento de los menores trabajan, y el 40 por ciento de ellos no asiste a la escuela; en Honduras, la pandemia ha provocado un aumento significativo en el número de niños y niñas trabajadores, que se han visto obligados a trabajar para sobrevivir y han sido expulsados de la escuela.
Brasil cuenta con dos millones de niños y adolescentes de entre 5 y 16 años que trabajan, y lamentablemente; en Paraguay, en 2011 se registró que el 22.4 por ciento de los niños y adolescentes de 5 a 17 años trabajaban, representando el 40.8 por ciento de la población de esa franja etaria; en Bolivia, según una encuesta oficial de 2019, unos 724 mil menores trabajaban, y el 41 por ciento lo hacía en condiciones peligrosas e insalubres.
Con información de EFE
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