El número de casos positivos y hospitalizaciones por coronavirus ha aumentado en todo Estados Unidos en las últimas semanas hasta revertir las tendencias nacionales para convertirse en el primer incremento generalizado de este país desde enero, cuando Ómicron disparó las cifras a máximos históricos.
Algunos expertos en salud pública y epidemiología han advertido que la falta de pruebas diagnósticas permitió que la variante BA.2 se expandiera sin la vigilancia adecuada para decretar medidas de contención oportunas para impedir esta nueva ola, que si bien podría ser la menor de todas, aún cobrará la vida de cientos de personas en ese país.
Datos del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) muestran que la tendencia de casos positivos en Estados Unidos aumentó un 25.5% durante la última semana de abril, mientras que el 23.6% de los condados de este país reportaron un nivel de transmisión comunitaria alta, lo que representa un incremento de 8 puntos respecto a los siete días previos.
