El peligro de la pandemia de coronavirus se ha diluido en todos los estados del país al registrar puntuaciones mínimas de riesgo en la evaluación semanal que elabora el Centro de Investigación en Matemáticas (Cimat), lo que permitirá que México se mantenga en color verde dentro del semáforo epidemiológico.
La nueva evaluación restó 6.5 puntos de riesgo a Querétaro, única entidad del país que permanece en amarillo, y que hace una quincena optó por aplicar el principio de máxima precaución a pesar de tener una calificación suficiente para avanzar a verde.
Por otra parte, la Ciudad de México alcanzó su calificación más baja de toda la pandemia al sumar 3.5 puntos de riesgo, lo que podría motivar una mayor apertura en todas las actividades o adelantar la suspensión de algunas medidas de precaución, como ya sucede en Nuevo León y Coahuila, en donde el uso de cubrebocas en espacios abiertos dejó de ser obligatorio desde la semana pasada.
Algunos expertos en salud pública han advertido que la eliminación de medidas tan básicas como el uso de cubrebocas es una idea peligrosa, especialmente porque se asume que el nuevo coronavirus está bajo control o en una etapa endémica, algo que no ha sucedido en ninguna región del mundo.
Los indicadores de mayor riesgo para Ciudad de México en este momento son la tasa de casos hospitalizados por población y la tendencia de camas ocupadas por pacientes de esta enfermedad, que suman 1.5 puntos cada uno, mientras que el porcentaje de pruebas positivas por cada 100 que se realizan completa la calificación de la capital.
Oaxaca es la entidad con mayor riesgo al sumar 8.5 puntos en esta última evaluación, una cifra 1.5 unidades por debajo del rango del amarillo, y que podría motivar a las autoridades locales a decretar el principio de máxima precaución para retroceder a este color en el nuevo semáforo.
Finalmente, Aguascalientes obtuvo la evaluación de menor riesgo epidemiológico con una calificación de un punto que proviene del porcentaje de ocupación de camas generales, que según datos de la red de Infecciones Respiratorias Agudas Graves registró un 32.3% de saturación, lo que representa el porcentaje más alto del país.
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