Ricardo Anaya, líder nacional del PAN, acusó este miércoles que también hubo un intento de espionaje a miembros del Comité Ejecutivo Nacional del partido y el cual calificó de inaceptable. Durante una conferencia de prensa, el panista señaló que el equipo de informática del PAN revisó los teléfonos celulares y que al menos el suyo, el de Damián Zepeda, secretario general; el de Fernando Doval, vocero y del diputado Marko Cortés, recibieron mensajes con los mismos patrones a los de Pegasus.
En nuestro caso no hemos sido infectados. Creemos que ninguno de los mensajes fue abierto porque no se identificaba ninguno de los teléfonos de los que provenían
El líder panista mostró la prueba de uno de los mensajes encontrados en su celular, el cual recibió el pasado 15 de junio de 2016 en donde lo invitaban a abrir un archivo que contenía una supuesta nota que lo vinculaba en un escándalo y la cual se estaba viralizando.
A mí también me intentaron espiar a través de PEGASUS. Este es uno de los mensajes que recibí. No lo abrí. Es INACEPTABLE. #GobiernoEspía pic.twitter.com/VEBsfxXDd9
— RicardoAnayaC (@RicardoAnayaC) 21 de junio de 2017
Agregó “Que el gobierno espíe invadiendo la intimidad de periodísticas, activistas y políticos de oposición es inaceptable”. Adelantó que el diputado Jorge Ramos, en su calidad de presidente de la Comisión de Seguridad, solicitará comparezcan el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong así como de los titulares del CISEN y la PGR para que expliquen que dependencias del gobierno han adquirido licencias para malware de vigilancia como Pegasus o cualquier similar; si se firmaron contratos con NSO o intermediarios; cuantas licencias de infección se compraron y con que objetivo se usaron y si se contó con una autorización de un juez federal. Anaya señaló que además se solicitará la intervención de un grupo internacional de investigadores independientes “pues ya vivimos que con el caso de Ayotzinapa, solo un grupo independiente del gobierno terminó tumbando la verdad histórica de las autoridades”. Por último resaltó que debido a la gravedad del caso pues “no se trata de una intervención de comunicaciones convencionales, sino de un espionaje total”.
No vamos a quitar el dedo hasta que sepamos a quién le vendió NSO, por órdenes de quién y quién lo autorizó. Y vamos a exigir que se castigue a los funcionarios de primer nivel, no a los operadores.