Países con el estómago vacío
En pleno siglo XXI, en el mundo aún hay 800 millones de personas que pasan hambre. Paradójicamente, un tercio de los alimentos que se producen se tiran a la basura

En el mundo hay cerca de 800 millones de personas que pasan hambre y dos mil millones más sufren alguna forma de desnutrición; en contraste, más de un tercio de la población adulta del planeta es obesa y un tercio de los alimentos que se producen se pierden o desperdician, según el Índice Global de Hambre: las desigualdades, elaborado por el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias, en conjunto con la organización alemana Welthungerhilfe y Concern Worldwide.
Aunque la desnutrición diaria es una forma menos visible del hambre, afecta a muchas más personas, desde sitios como Sierra Leona y Níger, en África, hasta los pueblos de las montañas de Bolivia y México. Nuestro país está clasificado en el lugar 23 de 119 con un ranking de 9.9 puntos, que equivalen a un bajo nivel de insuficiencia alimentaria.
›Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el hambre ataca con mayor agresividad a los niños, debilitándoles el sistema inmune y haciéndolos vulnerables a morir por infecciones comunes como el sarampión y la diarrea.
El Índice Global de Hambre combina cuatro indicadores para determinar sus resultados: prevalencia de desnutrición, retraso en el crecimiento del niño (baja estatura), pérdida de niños (bajo peso para la altura) y mortalidad infantil.
Los países son clasificados en una escala de 100 puntos, siendo cero la mejor puntuación, es decir, que no existe hambre, mientras que 100 es la peor; es decir, cuanto más alto es el índice, peor es su situación alimentaria.