A punto de cumplirse ocho años desde la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, solo hay un detenido, el exprocurador Jesús Murillo Karam, reclamaron los padres y familiares de los jóvenes.
A pesar de contar con 83 órdenes de aprehensión y bajo la promesa de hacerlas efectivas a la brevedad, “no hemos visto nada”, comentó la madre de Ángel Hernández Martínez, en entrevista para el periódico La Jornada.
Hace unas semanas atrás, el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, entregó un informe sobre las investigaciones del caso, dejando en claro que no hay indicios para presumir que los jóvenes siguen con vida.
Pese a las palabras del subsecretario, las familias de los estudiantes piden pruebas científicas. “Mientras no tengamos indicios de que nuestros hijos ya no están; ellos siguen vivos”, añade María Martínez.
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La exigencia de justicia de los padres crece después de las promesas de las autoridades, quienes tras entregarles el informe, les aseguraron que iniciarían con las detenciones: “Queremos ya las detenciones y que se siga investigando”.
Durante la ceremonia para seleccionar el cartel que conmemorará los ocho años desde aquella trágica noche del 26 de septiembre de 2014, madres, padres y familiares de los normalistas exigieron que se investigue a los militares, “ellos son los responsables”.
“Nuestra exigencia es que ya sean detenidos todos los culpables y que nos digan dónde dejaron a nuestros hijos”, comentó Cristina Bautista, madre de Benjamín Ascencio.
Padres se deslindan de la marcha a favor de los Abarca
Además de Murillo Karam, José Luis Abarca, exalcalde de Iguala, y su esposa, María de los Ángeles Pineda, también se encuentran detenidos por su presunta responsabilidad en la desaparición de los estudiantes.
Sin embargo, a finales de agosto, un grupo encabezado por el empresario Pedro Segura y cinco padres de algunos estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos convocaron a una marcha para pedir la liberación de la pareja Abarca-Pineda.
“La asistencia de estos padres fue a título individual, de ningún modo representan al colectivo de los 43 madres y padres”, señalaron.
Son ocho años sin dormir bien, lejos de sus comunidades y familias. “Por el amor que le tenemos a nuestros hijos, nos mantenemos de pie de lucha, unidos hasta alcanzar la verdad y saber qué pasó con ellos”. EJ
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