Al señalar que la desaparición de personas es “la tragedia más dolorosa que seguimos enfrentando en nuestro país”, el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas Rodríguez, reconoció que la colusión entre autoridades y agentes del Estado con los grupos criminales ha “disparado” el fenómeno de las desapariciones forzadas en México.
En el marco de su participación en la presentación de la tercera edición del libro “La desaparición forzada en México: una mirada desde los organismos del Sistema de Naciones Unidas”, el funcionario federal advirtió que en la prevención y el combate a la inseguridad se debe atender no sólo la actividad criminal, sino también la complicidad que estos grupos tienen con las autoridades.
Y es que al advertir que las desapariciones forzadas representan una “práctica continua y sistemática del Estado mexicano para erradicar a la disidencia política y a sus opositores” desde los tiempos de la ‘guerra sucia’ en los años sesenta, el titular de la subsecretaria de Derechos Humanos, Población y Migración de la Segob admitió que además de que ese fenómeno prevalece a la fecha, ha sido adoptado por los grupos de la delincuencia organizada.
“No solamente han prevalecido (las desapariciones forzadas), sino que lamentablemente hoy se han traslado a la delincuencia organizada, en donde en este fenómeno de asociación delictiva entre autoridades, particularmente municipales y estatales, y grupos delictivos han disparado este lamentable fenómeno de desaparición de personas”, subrayó Encinas Rodríguez.
Como ejemplo de esa colusión refirió los casos de desapariciones por parte de policías municipales de Escobedo, en el caso Nuevo León; así como la actuación de policías de Iguala, Cocula, Tepecoacuilco y Huitzuco, en Guerrero, con el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
“Lo mismo (ocurre) en muchas de las regiones donde no podemos negar la existencia de colusión y complicidades entre autoridades, agentes y fuerzas de seguridad del Estado”.
En suma, otro de los fenómenos que se abordan en el libro la ONU sobre la desaparición forzada en México, y que también el subsecretario Alejandro Encinas terminó por reconocer que se mantiene, es la impunidad que se mantiene en los casos de desaparición, generada a partir de las “inercias, resistencias” por parte de las autoridades e instituciones encargadas de la procuración e impartición de justicia.
Al respecto Encinas Rodríguez señaló que en “muchas áreas del Estado mexicano”, en referencia directa a las fiscalías del país, incluyendo a la FGR, han malentendido su autonomía, pues acusó que “esta autarquía con la que se han asumido la mayor parte de las fiscalías en el país no solamente no está ayudando a resolver el problema (de las desapariciones) sino que están reproduciendo las mismas practicas del sistema anterior”.
Al asumirse como la autoridad responsable de cumplir con la mayoría de las recomendaciones emitidas por el Sistema de Naciones Unidas, el subsecretario Encinas lamentó que si no se logra, en lo que resta de la actual administración, la sinergia entre las autoridades responsables de procurar e impartir justicia, con el acompañamiento y esfuerzos “extraordinarios” como lo es la Comisión Nacional de Búsqueda y las comisiones locales; “la impunidad seguirá rigiendo y no podremos revertir esta situación. Ese es nuestro compromiso, nos quedan dos años, y vamos a hacer todo lo posible por romper con todas esas inercias y resistencias”, sostuvo.
ONU pide cambio de modelo
En el marco del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, reiteró que el Estado mexicano debe considerar “revisar su modelo de seguridad” debido al “ambiente de impunidad y violencia” que persiste en el país.
A un día de terminar su gestión al frente de dicha Comisión, Bachelet aprovechó para exhortar a las autoridades de los distintos niveles de gobierno en México a redoblar esfuerzos en materia de Derechos Humanos, al considerar que “es un país que merece revisar su modelo de seguridad, asegurar la tranquilidad de sus habitantes, abatir la impunidad existente en su sistema de justicia y a erradicar la revictimización”.
Aunque se solidarizó con las víctimas y las familias de personas desaparecidas en el país, de quienes dijo encontró una “fuente de compromiso e inspiración”, la aún Alta Comisionada lamentó que el fenómeno de las desapariciones de personas sea “una conducta criminal desgarradora que en México ha ocurrido en un ambiente de impunidad y violencia”, una realidad que “debe transformarse”, subrayó.