Esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador defendió la estrategia que su gobierno adoptó para hacer frente a la pandemia de coronavirus, y agregó que “aunque nunca es bueno hacer comparaciones”, México había tenido un mejor desempeño que otros países.
Dentro de los argumentos que utilizó López Obrador para respaldar la estrategia de su gobierno se encuentran algunas listas en las que México tiene una buena posición frente a otros países; sin embargo, diferentes analistas han señalado que el acomodo de estos datos es impreciso, y no tienen una metodología correcta que permita hacer estas comparaciones.
Por ejemplo, la tabla de vacunación que muestra a México en el noveno lugar a nivel internacional está ordenada por el número total de dosis que se han administrado desde el año pasado, y no por el porcentaje de cobertura en la población, lo que desplomaría al país hasta la posición 96 en el mundo.
Algo similar sucede con las defunciones por coronavirus, en donde el gobierno federal decidió ignorar la cifra total para dar peso al indicador por densidad poblacional, lo que diluye el quinto sitio de México a nivel mundial hasta el 24 de entre más de 160 países que tienen más de un millón de habitantes.
Otro indicador que López Obrador dejó por fuera en su defensa fue el exceso de mortalidad en el país, que actualmente se estima en 655 mil defunciones extras durante la pandemia, el tercer porcentaje más alto del mundo, sólo detrás de Perú y Ecuador.
Además, expertos como el epidemiólogo Eric Feigl-Ding o el químico José Luis Jiménez, han señalado directamente las malas prácticas del gobierno de México para enfrentar la pandemia, mientras que el índice de la Universidad de Oxford muestra la baja puntuación de las medidas que adoptó el país frente a otras naciones.
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