Al interior de la Fiscalía General de la República corre el rumor de que uno de los hermanos Casarrubias Salgado, líderes del Cártel de Guerreros Unidos, está buscando negociar las acusaciones en su contra y así no sólo evitar nuevos cargos por la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, sino disminuir su estancia en un penal de máxima seguridad y permanecer en un penal estatal, además de conservar parte de sus bienes. Dicen los que saben que en la Fiscalía no lo descartan.