En Los Pinos, dicen los que saben, hay bastante molestia con la Secretaría de Gobernación, ante la ausencia de una respuesta acertada tras el asesinato de la periodista Miroslava Breach el 23 de marzo, y luego por el anuncio del periódico Norte el domingo pasado que ya no se editaría más en forma impresa, después de 27 años de existencia, y que ante la crisis de seguridad, posiblemente también cerraría su edición digital. Por eso, agregan los que saben, tuvo que salir al rescate el también regañado subsecretario Roberto Campa, quien viajó esta semana a Chihuahua para amainar las cosas y persuadir a Óscar Cantú, propietario del periódico, de que no cerrara. El problema radicó en que la lectura que hicieron desde Bucareli, es que era un problema local que podían aprovechar para darle un golpe al gobernador Javier Corral, pero lo que no se dieron cuenta, dicen los que saben, es que los temas de libertad de expresión, están en la mira de las organizaciones internacionales y lo ven como un problema de Estado.
