Seis días después de que se diera a conocer la muerte de un bebé en el interior de una tienda de Liverpool en Querétaro, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) lleva a cabo una indagatoria por presunta responsabilidad del personal de seguridad que impidió la entrada al negocio de los cuerpos de emergencia.
El 18 de febrero después de las 18:00 horas, una de las empleadas embarazada entró a los sanitarios de la tienda donde tuvo a una niña que falleció minutos después de nacer.
De acuerdo con autoridades de Protección Civil de San Juan del Río, la culpa del deceso fue por la gerencia de la tienda que primero envió a una “supuesta” enfermera que no supo cómo atender a la mujer, impidió el acceso a personal médico de la Cruz Roja quienes fueron alertados una hora después del nacimiento.
En primera instancia se dijo que se había tratado de un aborto, razón por la cual Protección Civil municipal aplicó una multa de 26 mil pesos a la tienda departamental, sin embargo, el titular de la PGJE, Arsenio Durán Becerra, indicó que la dependencia lleva a cabo una averiguación previa para determinar los detalles del suceso.
“Tenemos conocimiento de que el bebé alcanzó a nacer”, señaló Durán Becerra, quien añadió que se le proporcionaron maniobras de respiración antes de que “se le ocasionara la muerte”, mientras verifican la causa del deceso, luego de que se recopilaran diversas declaraciones ministeriales a personas que tuvieron conocimiento del hecho.
En su defensa, personal de la tienda departamental argumentó que la trabajadora no permitía la atención, que se encerró en uno de los baños y que no quería que se le informara a su mamá. A la recién nacida la encontraron en la taza del baño.