Otorgan a jurista y buscadora de desaparecidos Premio Nacional de DH 2018
LA CNDH eligió a un hombre y una mujer con la distinción reservado para las personas más destacadas en México por su labor en la promoción efectiva y defensa de los derechos fundamentales
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador entregó el Premio Nacional de Derechos Humanos un reconocimiento que la sociedad mexicana confiere a las personas que se han destacado en la promoción efectiva y defensa de los derechos fundamentales. La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) eligió a un hombre y una mujer con la distinción reservado para las personas más destacadas en México por su labor en la promoción efectiva y defensa de los derechos fundamentales. El jurista, escritor e investigador Héctor Fix-Zamudio fue condecorado por el Consejo de Premiación “por su destacada trayectoria en la promoción efectiva y defensa de los derechos fundamentales”, mientras que Tita Radilla Martínez, activista contra la violencia, fue premiada con una Mención Honorífica “por su trabajo voluntario en favor de las personas y familiares víctimas de desaparición forzada”, según el acuerdo publicado hoy en el Diario Oficial de la Federación. Héctor Fix-Zamudio es licenciado y doctor en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y ha desempeñado numerosos cargos a nivel nacional e internacional, entre ellos secretario de estudio en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), miembro de la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección de Minorías de las Naciones Unidas, presidente honorario del Instituto Iberoamericano de Derecho Constitucional y expresidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Por su parte, Tita Radilla Martínez es una activista mexicana oriunda de Guerrero, donde ha trabajado como presidenta y vicepresidenta de la Asociación de Familiares de Detenidos, Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos en México, que ha promovido en el país y el mundo el derecho a la justicia, verdad y reparación del daño de las víctimas de este delito. Su activismo inició con la desaparición de su padre, el campesino y cantante Rosendo Radilla, quien fue acusado por el gobierno estatal de componer corridos para los líderes guerrilleros de Guerrero. En 1974, fue detenido por militares y su último paradero conocido fue el cuartel militar de Atoyac de Álvarez. Después, nada se supo de él. (Con información de Huffingtonpost) NM https://www.youtube.com/watch?v=vGUWa8LNDJ8