El transcurso de la guerra en Ucrania y el discurso belicista del presidente Putin, así como la sombra de una amenaza nuclear fueron los detonantes para una nueva y controvertida decisión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que este martes anunció que todos sus países miembros destinarán al menos 2 % de su Producto Interno Bruto (PIB) para la defensa.
La información fue dada a conocer por Jens Stoltenberg, secretario general de la alianza militar, quien detalló que “los aliados asumieron un compromiso duradero de invertir al menos el 2 % del PIB anual en defensa y de actuar con mayor urgencia para cumplir con sus compromisos”.
Hasta antes de este anuncio, el 2 % del PIB, era el máximo que se podía destinar a este rubro, pero con las nuevas disposiciones, será el piso de gastos militares de los 31 miembros de la Alianza.
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Asimismo, los países que conforman la alianza se comprometieron a invertir al menos el 20 % del presupuesto en equipamiento e investigación militar. “Reconocemos que esto debería cumplirse junto con un mínimo del 2% del PIB de gasto anual en Defensa”, señaló el organismo.
Pero la cumbre, que tuvo lugar en Lituania, no estuvo exenta de señalamientos. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenski criticó agriamente la “incertidumbre” y la “debilidad” de la OTAN con relación a la
adhesión de su país y acotó que esa actitud estimula el “terror” ruso.
El mandatario elevó así el tono en varios decibelios, un día después de afirmar que “Ucrania merece estar en la alianza”, aunque reconoció que “ahora no, porque ahora hay guerra”. Sus quejas fueron atendidas más tarde por los propios miembros de la OTAN, que decidieron este martes que invitarán a Ucrania a adherirse a la alianza cuando se cumplan las condiciones. “Presentaremos una invitación para que Ucrania se una a la OTAN cuando los aliados estén de acuerdo y se cumplan las condiciones”, aseguró Stoltenberg.
Al término del encuentro, con los ánimos más calmados, Zelenski fue ovacionado en un mitin en una plaza céntrica de Vilna, la capital de Lituania. “¡Gloria a Ucrania!”, gritó, junto al presidente de Lituania, Gitanas Nausèda, desde un escenario donde fue recibido como una estrella de rock y aclamado prolongadamente. “La OTAN dará seguridad a Ucrania. Ucrania hará más fuerte a la OTAN”, fueron sus palabras.
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