MANAGUA, NICARAGUA. El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega realizó cambios en la jefatura de la Policía Nacional, en cuyo cargo puso a su consuegro y señaldo por corrupción, Francisco Díaz. El ajuste en la administración de Ortega se da en medio de una ola de protestas que han dejado decenas de heridos. Las inconformidades sociales comenzaron en abril de este año, cuando el presidente anunció el aumento de las cuotas patronales y de los trabajadores, además, se imponía un impuesto a los pensionados, aquello devino en una demanda para exigir la salida del presidente Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo. Francisco Díaz es uno de los cuatro funcionarios de Nicaragua sancionados por Estados Unidos con la llamada Ley Magnitsky, que castiga a personas señaladas de incurrir en actos de corrupción o involucradas en violaciones a los derechos humanos. El Departamento del Tesoro estadounidense dio a conocer el 5 de julio la adopción de sanciones contra Díaz, quien ya fungía como subdirector de la Policía Nacional y lo señaló por “abusos a los derechos humanos y corrupción”. Diaz “es considerado el líder de hecho y ha conducido diariamente” a la policía, dijo entonces el Departamento de Estado. En esa función, Díaz “se implicó en serios abusos a los derechos humanos contra el pueblo de Nicaragua, incluyendo asesinatos extrajudiciales”, según los alegatos del Tesoro estadounidense. Además, se informó de la designación como subdirectores generales de la Policía Nacional a Adolfo Noel Marenco y a Ramón Avellán, quien lideró los ataques a los manifestantes en Masaya, ciudad al oeste de Nicaragua y considerada como ‘el corazón de la resistencia’, de acuerdo con The New Yotk Times. NR