Con apenas poco más de la mitad de su sentencia cumplida, el expresidente peruano Alberto Kenya Fujimori está a un paso de volver a ser libre. Este martes, el Tribunal Constitucional de Perú ordenó su liberación, pese a que anteriormente, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) había pedido al Estado peruano acatar la orden de no sacarlo de prisión.
Este Tribunal Constitucional ordena que el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) y el Director del Penal de Barbadillo, en el día, dispongan la inmediata libertad del favorecido, Alberto Fujimori Fujimori”, indicó el tribunal.
La orden de liberación se dio en el marco de la restitución de un indulto por razones humanitarias que había sido presentado en 2017, mismo que había sido revocado por la Corte Suprema en 2019.
Respecto a la petición de la CIDH, el tribunal argumentó “la falta de competencia para ordenar directamente la no decisión de una orden judicial”. Asimismo, se puso de manifiesto la salud del expresidente,que padece cáncer lingual, fibrilación auricular e hipertensión, entre otras dolencias. Finalmente, explicaron que Fujimori ya “ha cumplido aproximadamente las dos terceras partes de su condena”, lo que lo hace beneficiario del indulto.
En vías de la liberación, la Corte Interamericana pidió a Perú que se abstuviera de liberarlo hasta revisar un recurso de familiares de las víctimas de su gobierno. Hasta el momento, no se ha emitido una respuesta a esta petición.
De esta manera, el expresidente —acusado de corrupción, peculado y usurpación de funciones— podría quedar libre en las próximas horas.
Según lo dicho por su defensa, “el presidente se mostrado muy conforme, ha tomado con mucha alegría el mandato”.
Desde 20098, el exmandatario —conocido como El Chino— cumplía su condena en el penal Barbadillo, una pequeña cárcel para expresidentes al este de Lima. Su autoría en las matanzas de La Cantuta, Barrios Altos en 1991 y 1992 es uno de los cargos más relevantes, pero también se le acusó de otros crímenes de lesa humanidad, como el secuestro del periodista Gustavo Gorriti en 1992.
Todas esas acciones ocurrieron bajo la lucha de Fujimori contra la guerrilla maoísta de Sendero Luminoso, un partido comunista calificado como “grupo terrorista”.
Su mandato presidencial duró de 1990 al 2000 gracias a un “autogolpe” de estado, y terminó tras una intensa presión de la oposición. Su renuncia fue enviada por fax desde Japón, a donde había huido en noviembre de 2000.
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