El índice de optimismo económico que mide el nivel de confianza de los consumidores en Estados Unidos revela que el sentimiento de los encuestados no está del todo firme, sino que hay titubeo sobre las condiciones de la economía de ese país.
Según la medición, el indicador cayó en 4.5 puntos al pasar de 44.5 a 40 unidades, cuando lo que los analistas esperaban era una lectura positiva de 45.2 puntos, es decir, preveían una mejora en la perspectiva económica de los consumidores.
El indicador de optimismo económico IBD/TIPP consta de tres subíndices, que abarcan las expectativas del encuestado para los próximos seis meses sobre la economía del país, su visión sobre su situación financiera personal, y la percepción del encuestado acerca de las políticas federales actuales, siendo que en los tres tuvo un sentimiento negativo.
A pesar de que los indicadores económicos revelan que se tienen mayores ingresos y se está gastando más por parte de los consumidores, la realidad es que han cambiado la forma del gasto, lo que pesa en sectores como el inmobiliario, antes pujantes y hoy en graves problemas frente a las altas tasas de interés que no están dispuestos a pagar los estadounidenses.
En la medición de septiembre del optimismo el resultado fueron 43.2 puntos, para luego en octubre caer a 36.3, para subir en la de noviembre a 44.5 puntos, un salto importante, pero en la lectura de diciembre se desvió a 40 puntos, un comportamiento titubeante en los últimos cuatro meses.
Si bien la economía estadounidense continúa expandiéndose, lo que también es observable por los consumidores es que lo hace de manera cada vez más lenta, está perdiendo impulso y eso lo sienten en sus propios bolsillos y en los precios que todavía continúan creciendo pese a los esfuerzos de las autoridades monetarias de contenerlos con los aumentos en las tasas de interés para inhibir el consumo y sacar presiones inflacionarias, aunque no ha sido de todo exitoso.
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