Ante la disminución de fieles que asisten a cultos evangélicos y misas católicas en Europa y Estados Unidos, los ministros de culto han decidido vender los recintos que antes fueron centros de fe, esperanza y amor, hoy habilitados como hoteles, bares, tiendas, centros de diversión, bibliotecas y hasta casas particulares que millonarios adquirieron para vivir con todo y sus mascotas.
En países como Francia, Bélgica, Reino Unido, Suiza, Austria, Bulgaria, entre otros, el índice de fieles que asisten a misas ha descendido drásticamente en las últimas décadas. De cada 10 personas que con regularidad escuchaban un culto católico, ahora sólo asiste uno, según datos de la revista Fortune, especializada en finanzas y negocios.
Cuando un coro visita alguna de las congregaciones locales en Bélgica, es más numeroso el grupo de cantores que los asistentes al templo, por lo que pastores y sacerdotes han decidido poner a la venta los recintos, pues son más onerosos los gastos que implica el mantenimiento de los inmuebles que las ofrendas y primicias de los files que permanecen.
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Bart Somers, alcalde de la ciudad belga de Malinas, dice que ya hay templos católicos y de otras denominaciones que hoy funcionan como cervecerías, bibliotecas y hoteles “donde seguramente tienen relaciones sexuales y no me preocupa si eso va o no en contra de la moral; porque lo importante es preservar su valor arquitectónico”, y es que algunas catedrales datan del siglo XVI y conforman un patrimonio cultural para la humanidad.
El New York Times da cuenta en un reportaje sobre situación similar en Estados Unidos: en ese país ha descendido en un 70% el número de asistentes a templos evangélicos, católicos y mezquitas desde que inició el año 2000, como la Iglesia Metodista de Dayton Bend -en Carolina del Norte- que debió cerrar sus puertas, pues sólo quedaron tres asistentes y el pastor. El rotativo indica que en EU hay más de mil centros de culto a la venta y que algunos millonarios han adquirido templos y hasta adaptaron un espacio para sus mascotas en los atrios y en las pilas bautismales.
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En México, uno de los países con mayor presencia católica de América Latina, el asunto no es el mismo. Si bien no se construyen más templos católicos, la migración de fieles a otras confesiones es marcada y sostenida. La membresía de otros credos se nutre de quienes llegan decepcionados de la iglesia mayoritaria -según los últimos datos del censo oficial- o bien de quienes son coptados por credos como los Testigos de Jehová, mormones, pentecostales, neocarismáticos, nuevas expresiones y creencias orientales. Las llamadas Iglesias Históricas (metodistas, presbiterianos, bautistas, nazarenos…) siguen estancadas en su crecimiento, o perdiendo adeptos por falta de renovación en sus liturgias, aunque no al grado de llegar a vender los templos… todavía.
PALABRA DE HONOR: Cientos de ministros de culto que viven en Estados Unidos preparan un documento dirigido a Donald Trump para entregarlo en cuanto tome posesión, en el que plantearán una política migratoria menos agresiva de la que se espera lleve a cabo. Este documento llevaría copia para las autoridades mexicanas con el objetivo de que sus pares mexicanos se involucren en el diseño de acciones y políticas que permitan una estancia digna para quienes usan territorio nacional como puente hacia el país que los usa para realizar trabajos poco dignos.