Venezuela, el crucial 10 de enero

8 de Enero de 2025

Omar Hurtado
Omar Hurtado

Venezuela, el crucial 10 de enero

Omar Hurtado Ok

El próximo 10 de enero Venezuela podría contar con un nuevo presidente en la figura de Edmundo González, o con la continuidad de Nicolás Maduro. González, quien se encuentra exiliado en España, ha afirmado que retornará a su país en esa fecha para asumir dicho cargo, ante la negativa del gobierno venezolano que no reconoce su triunfo electoral.

Sin duda el pasado 24 de julio de 2024 se estuvo ante unas elecciones presidenciales fraudulentas. El Consejo Nacional Electoral, apéndice de la presidencia, proclamó triunfador a Nicolás Maduro con el 51.95% de los votos contra el 43.18% del opositor, sin presentar las actas electorales correspondientes. A la fecha no ha podido presentar evidencia alguna sobre ese resultado, no obstante la exigencia de la oposición y la comunidad internacional.

En el contexto, la oposición pudo recuperar el 83.5% de las actas que dan un holgado triunfo al candidato opositor, con el 67.4% de los votos contra el 30.49%. La ONU y el Centro Carter, observadores internacionales en las elecciones, han rechazado los resultados oficiales y reconocido las actas de la oposición.

Ante las expectativas que crearon las elecciones presidenciales de 2024, en este apreciado ejecentral afirmé que Maduro nunca ha estado dispuesto a traspasar el mando presidencial democráticamente. En esta ocasión quisiera equivocarme, y ojalá así sea, pero mi percepción es que el dictador venezolano será investido fraudulentamente con la banda presidencial el 10 de enero e impedirá que González asuma la presidencia. Maduro sólo podría dejar el poder bajo una variable: ante la fractura o pérdida de la lealtad militar, pero al momento no hay indicios de que esto pueda suceder. La élite militar es leal al presidente, ampliamente recompensada y vulnerable a señalamientos de corrupción, vínculos con el crimen organizado y violación a los derechos humanos, circunstancias que la hace asirse al poder y asegurar impunidad.

Otra variable sería la presión internacional, pero poco probable sin el consenso del poder militar. Un hipotético acuerdo de salida de Maduro sobrellevaría prerrogativas de impunidad y seguridad para él, su familia y las élites, en un país que ha expulsado a casi ocho millones de venezolanos en busca de mejores condiciones de vida.

González afirma que asumirá la presidencia ese día, pero no percibo ningún mecanismo que pueda hacer de esto una realidad y que impida la investidura presidencial de Maduro. Veo poca posibilidad de que pueda ingresar fácilmente a Venezuela y retar a los cuerpos de seguridad y represivos del Estado.

El Gobierno venezolano ofrece US$100,000 de recompensa por su captura, acusado de diversos delitos, pretexto que permitirá que en cuanto pise tierra venezolana pueda ser arrestado. En este escenario, es posible que se cuente con un presidente más en el exilio. Por lo pronto, realiza visitas de apoyo a Argentina, Uruguay, Panamá y República Dominicana.

Entre los países que han reconocido a Maduro se encuentran Bolivia, Cuba, Honduras, Nicaragua, Rusia, China, Irán, Turquía y Corea del Norte. La presidente mexicana decidió ofrecerle su respaldo con el envío de una representación oficial a su toma de posesión, en función del distorsionado principio de no intervención obradorista, que sólo se ha utilizado con fines ideológicos y demagógicos.

Especialistas afirman que la postura mexicana muestra el talante anti-democrático y la mano obradorista que prevalece en el gobierno actual de México y proporciona legitimidad a la tiranía venezolana. Desde hace más de 25 años prevalece el chavismo, primero con Hugo Chávez, aferrado al poder durante catorce años y hoy con Maduro con 12 años y una pretendida tercera reelección. El colectivo InSight Crime considera a Venezuela un ”estado híbrido”, integrado por la gobernanza al más alto nivel y el crimen organizado; en Venezuela esta alianza es llamada el Cártel de los Soles. Pero no nos adelantemos a los hechos y esperemos la fecha crucial.