Un mundo en problemas

26 de Diciembre de 2024

Luis M Cruz
Luis M Cruz

Un mundo en problemas

luis m cruz

1. Según la editora de The Economist, Zanny Minton, México y Europa estarán en problemas cuando Donald Trump asuma por segunda vez la presidencia de los Estados Unidos, dado el perfil agresivo y proteccionista del mismo y los planteamientos realizados en la campaña para cerrar fronteras, deportar migrantes, imponer aranceles y buscar controlar el comercio con aquellos que, piensa, han abusado de la economía estadounidense. Esta afirmación podría confirmase con las nominaciones que ha hecho para integrar su gabinete, entre ellas verdaderos halcones como el zar antimigrante, Tom Homan, autor de la separación de familias para deportación; Elon Musk, superasesor multimillonario en negocios, tecnología y eficiencia gubernamental, y Marco Rubio para la diplomacia, con la mano dura por delante.

2. Pero la predicción de The Economist podría quedarse corta. Si bien es cierto que Trump ha sido enfático en señalar específicamente a México y Europa como destinatarios inmediatos de sus políticas restrictivas, en realidad todo el mundo está en problemas, pues en esa combinación de restricciones y agresiones que le caracteriza, la geopolítica mundial habrá de sufrirle. En los grandes temas globales, como el cambio climático, el armamentismo, la energía y el comercio, sus posiciones negacionistas han afectado de inmediato las perspectivas. El fracaso previsible de la COP 29, la conferencia de las partes en el cumplimiento del Acuerdo de París en Bakú, Azerbaiyán, se debe sobre todo a la certeza de que Estados Unidos habrá de retirarse negando recursos y compromisos de reducción en la emisión de gases de efecto invernadero, indispensables para las medidas de remediación o mitigación urgentes para evitar la elevación de la temperatura global por encima de dos grados en los próximos veinte años, algo que ya está sucediendo.

3. Sobre el armamentismo, el afán por pactar con Rusia y China el fin de los conflictos a la vez que dejar a Europa y Ucrania a su suerte, difícilmente llevará a disminuir los riesgos y probablemente alentará los avances de los contrarios al actual orden internacional, orillando a un reparto del mundo en zonas de influencia o bloques comerciales, esto es, el mundo multipolar anhelado por Rusia y China para un nuevo balance entre poderes imperiales. Si Europa debe hacerse cargo de su seguridad y se abandona la OTAN, habrá surgido otro bloque en esa disputa, como también sucedería en Asia de dejarse el IndoPacífico y Taiwán a merced del expansionismo chino.

4. En materia energética, al desdeñarse los acuerdos de París, volverá la era de los combustibles fósiles, el petróleo, gas y carbón del que todavía hay abundantes reservas en los yacimientos de esquistos, como para alejar la transición hacia energías renovables o la electromovilidad. Y, en materia comercial, estará reconfigurándose la globalización, del libre comercio hacia un comercio controlado en el que la reorganización beneficie a los Estados Unidos, aranceles de por medio. Toda relocalización industrial tendría que ser en su beneficio y los acuerdos comerciales, también.

5. Ciertamente, como dicen en The Economist, México estará en problemas por la deportación masiva de migrantes, la mitad de ellos mexicanos, y por el neoproteccionismo que limitará el superávit comercial, con una revisión del acuerdo trilateral de América del Norte en puerta, pero ese orden internacional que se perfila entre bloques militares, económicos y comerciales hegemónicos afectará a todos, así como al futuro planetario. Cosa de escuchar al presidente francés, Emmanuel Macron, al señalar que Europa no podrá ser vegetariana mientras los carnívoros la devoran, es decir, no invertirán en la transición industrial y energética mientras las demás potencias niegan o ignoran la necesidad del cambio. En los próximos años, nadie habrá de quedarse con los brazos cruzados y para mal, parece ser.